Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
La gestión del talento humano debe dar cuenta de varios conceptos de empleado, pues este es definido por la norma fiscal, la laboral e incluso la contable. En este editorial ejemplificamos algunos de los casos considerados como tal para los estados financieros.
En la realidad organizacional es posible recurrir a múltiples formas de contratación; el deber de reconocer beneficios a empleados no está limitado al tratamiento de datos y liquidación de obligaciones con respecto a quienes están vinculados de manera directa con la compañía, pues también requiere la inclusión de otros trabajadores que prestan sus servicios mediante diferentes tipos de acuerdos.
Según el glosario de los Estándares Internacionales, los empleados prestan servicios personales a la entidad en una de las siguientes condiciones:
a. Son empleados para efectos legales.
b. Trabajan para la entidad bajo su dirección, de la misma forma que los anteriores.
c. Los servicios prestados son similares a los que prestan los empleados.
El consultor de Estándares Internacionales de Actualícese, Juan David Maya, incluye algunos ejemplos al respecto en su libro Guía para la preparación del Estado de Situación Financiera de Apertura ESFA – Transición a la NIIF para Pymes:
Caso 1. La empresa El Encanto Ltda. tiene una planta de producción en la cual ocupa 100 empleados directos. Cuando se presentan niveles de productividad significativamente altos, la entidad contrata operarios a través de una Cooperativa de Trabajo Asociado. Estos trabajan en iguales condiciones que los empleados directos, pero reciben su pago a través de la cooperativa, quien es la contratante.
En dicha situación, las personas contratadas a través de la cooperativa se consideran empleados para efectos de los estados financieros. Por tanto, todos los costos derivados de su contratación se reconocerán como beneficios a empleados.
Caso 2. Linda Sonrisa es una famosa clínica odontológica de la ciudad de Cali, la cual no contrata de forma directa los servicios de los profesionales, sino que trabaja con la figura de cuentas en participación. Según el contrato, cada odontólogo recibe unos honorarios en razón al número de pacientes que atienda y a los procedimientos que realice.
Los dentistas son autónomos en el manejo de su tiempo, aunque se comprometen a cumplir cierto número de citas semanales con los pacientes de la clínica, y deben contemplar unos protocolos y medidas mínimas de seguridad planteadas por la entidad.
Por último, los odontólogos no se consideran empleados a efectos de la información financiera, pues aunque deben cumplir unos requerimientos mínimos en la prestación de sus servicios, este hecho no es suficiente para concluir que trabajan bajo la dirección de la entidad.
Caso 3. La clínica Linda Sonrisa mantiene una planta de 25 auxiliares de odontología, contratados por la modalidad de prestación de servicios, que se encargan de apoyar el trabajo de los profesionales. Sin embargo, como dichos asistentes deben cumplir horarios establecidos por la clínica y trabajan a cuenta y riesgo de la entidad, sí se consideran empleados para efectos del reconocimiento, medición, presentación e información financiera a revelar relacionada con los costos de sus servicios.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
