Cuando un activo intangible se origina al interior de la compañía es difícil determinar si podrá generar beneficios económicos futuros y establecer su costo de forma fiable, lo cual crea problemas a la hora de su reconocimiento; para facilitar esta evaluación, una compañía debe clasificar el proceso de generación del activo de la siguiente forma:
Fase de Investigación: Dado que en esta etapa no es posible que la compañía determine con seguridad que va a recibir un beneficio económico futuro, producto del activo intangible, todos los desembolsos realizados en esta fase deben reconocerse como gastos, en el momento en que se producen.
Fase de desarrollo: A diferencia de la fase de investigación, en la de desarrollo es más probable poder identificar un activo intangible y los beneficios que de él se derivarán, puesto que en esta etapa el desarrollo de un proyecto cubre períodos más avanzados de la investigación; por esa razón, podrán reconocerse como activos intangibles los derivados de la fase de desarrollo de un proyecto interno, sólo si la empresa puede demostrar que: