Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Si por estos días usted está presentando la declaración de renta o de ingresos y patrimonio del año gravable 2012, el patrimonio líquido que allí se declare es el que definirá cuánto nivel de endeudamiento le será permitido fiscalmente a los contribuyentes durante el 2013 para determinar cuánto del gasto por intereses del 2013 se tomará como deducible.
Lo anterior implica que si el declarante de renta 2012 no sabe definir el valor fiscal de sus activos y pasivos a diciembre 31, afectará el valor del patrimonio líquido a dic 31 y en consecuencia se afectará el nivel de endeudamiento permitido para el año fiscal 2013 y sus respectivos gastos deducibles por intereses.
Incluso, si al cierre del año gravable 2012 el patrimonio líquido llega a ser negativo entonces para el año 2013 ningún valor por intereses podrá ser tomado como deducible. Por eso, sería válido que un declarante decida voluntariamente no incluir todos sus pasivos a dic. 31. Eso no tiene ningún tipo de castigo tributario pues lo único que se castiga es la inclusión de pasivos ficticios (art. 239-1 del E.T).
Además, si al dejar de incluir pasivos que sí son reales se les crece el patrimonio líquido y eso forma algún problema de renta por comparación patrimonial (art. 236 y siguientes del E.T.).
En ese caso esa aparente renta por comparación patrimonial es fácil de desvirtuar, pues es lo mismo que hasta el 2012 les ha sucedido a las empresas ubicadas en Colombia y que no pueden incluir sus pasivos con vinculados económicos en el exterior, ya que hasta el 2012 se los impidió el art. 287 del E.T.
Además, como lo indica la norma del art. 118-1 es necesario que durante el 2013 el contribuyente sepa calcular su nivel de endeudamiento promedio.
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