[Día de la Mujer] ¿Qué te motiva para vivir? – Alicia Ortiz Magaña

Trabajando en una terapia encontré la condición de una clienta que me confrontó con todos los procesos que he llevado a cabo a lo largo de mi historia de despertar de conciencia (y que, entre otras cosas, me ha hecho abrir este espacio): Saber que como mujer yo SOY y VALGO, y que la motivación para vivir mi vida soy yo.

Reconozco que a lo largo de mucho tiempo lo que me motivó eran los hombres y asumía que la mayoría de las mujeres hacemos giramos en torno a una pareja y luego en torno a los hijos, pero antes en torno a los padres; así nos han enseñado, que como mujeres nuestro deber es atender a alguien, y es parte del sistema que nos hace ser y como es un sistema ni si quiera nos damos cuenta de que somos satélites de alguien, que nos convertimos en seres inservibles cuando se nos acaban las tareas familiares y seres a quien avocarnos. Y de ahí el famoso “nido vacío” y cuantos títulos de experiencias que se viven ahora en las mujeres que se han quedado solas… Y sin un motivo de vida se imaginen.

Haciendo conciencia a lo largo de mi proceso, descubrí que como cuando no tenía a un varón al lado sentía que no era considerada como una persona completa en mi medio social (nadie lo decía, así me sentía) y descubrí la sensación de sentirme inferior por ser una mujer sin hombre, ya que tenía poco de haberme divorciado… así que conocía las dos versiones, yo con pareja y yo sin pareja (o regresada… aunque nadie me regresó, es sólo la sensación), en ese sentido, más adelante, volví a sentir algo similar cuando me sentía “desvalida”, amenazada en mi hogar “sola” ¡¡¡sin un hombre que me proteja!!! (otra vez “necesito de uno para sobrevivir”) y cada vez que me topaba con la idea de que sola no era posible existir, me confrontaba con esta creencia y la “procesaba” para encontrarle la raíz y transformarla desde ahí, porque desde algún lugar… no sé de donde, sabía que podía encontrar la fuerza dentro mío para cambiar todas esas creencias que me hacían codependiente, necesitada, indefensa, “satélite” girando en torno a alguien ¡¡para existir!! Y así he contactado con la fuerza dentro mío, con el poder de Ser, con las capacidades y cualidades que escondí y guardé pensando que eran defectuosas por ser femeninas. A partir de la búsqueda de mi sentido de vida, de saberme el motor que me motiva a hacer, transformar y vivir he conseguido para mi mucha más independencia y confianza en mí y reconocimiento más allá ¡¡de contar con una pareja o no!!

Soy y soy mujer y vivo feliz conmigo con o sin compañía masculina en mi vida. Sin embargo, observo que muchas mujeres sienten el motor de sus vidas justo en el hombre que las hace ser o hacer… y veo que ellos, de manera diferente, tienen claras sus motivaciones para hacer y vivir sus vidas, sus intereses y sus elecciones, pero eso no quiere decir que eso sea lo que nosotras necesitamos en la vida: sólo saber claramente cómo generar dinero, cómo hacer negocios o qué deporte le apasiona; no es la solución del problema, creo que es importante encontrar un término medio: que la mujer reconozca su sentido de vida en su esencia para continuar eligiendo compartirlo con otros, (sea pareja, hijos, padres, etc..) y que el hombre sabiendo qué es lo que quiere en la vida sepa que lo puede compartir con otro ser humano en la vida, (sea pareja, hijos, familia, ¡igualmente!)

La pregunta final sería… ¿Qué tengo que hacer para encontrar con toda certeza que el motor que me mueve soy yo y soy capaz de hacerme levantar temprano con el entusiasmo que un día motivó un hombre para verlo o para prepararme para verlo o ser mejor para estar con el? Saber que yo soy suficientemente valiosa para hacer las cosas por mi, cuidarme, alimentarme, ir al médico antes que los hijos, darme espacios de recreación y meditación aún sabiendo que el esposo los necesita porque ha trabajado mucho, en fin… ¡saber que el motor de mi sentido de vida está en mí y es maravilloso vivirlo así!

Tomado de: www.siriusfem.com