Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
El tratamiento de inventarios surge de la evaluación que se realiza sobre los riesgos y ventajas asociadas a estos. ¿Cómo se manejan cuando están sujetos a revisión? ¿Cómo se venden productos sujetos a instalación? ¿Qué significa devolución incondicional? En este editorial aclaramos estos conceptos.
Los activos son recursos controlados, y su control no depende únicamente de la ubicación o tenencia, sino de la medida en la cual una entidad se expone a riesgos o tiene derecho a los beneficios económicos derivados del activo.
Algunas entidades hacen acuerdos con sus clientes frente a la transferencia de riesgos y ventajas relacionadas con los inventarios, lo que permite concluir si la entidad debe reconocer la venta de estos inventarios, y en consecuencia darlos de baja.
Algunos contratos de venta de mercancías tienen cláusulas de retención del riesgo y beneficio por parte del proveedor . La evaluación de los contratos es importante ya que, si la entidad no examina acertadamente el tratamiento contable de las cláusulas contractuales, puede haber errores en el reconocimiento o medición de los hechos económicos derivados de los contratos.Si el contrato de venta de mercancías tiene cláusulas donde el proveedor retiene riesgos significativos sobre los inventarios, es posible que la venta no se reconozca hasta que dichos riesgos se transfieran al comprador.
En algunas ocasiones los inventarios pueden ser evaluados por el comprador, con el fin de verificar la calidad y el cumplimiento de lo solicitado; en otras ocasiones los inventarios pueden requerir un tiempo de cuarentena para observar su calidad o estabilidad, antes de ser aceptados por el comprador.
Para los anteriores casos, el proveedor solo reconocerá la venta del inventario cuando le confirmen que la mercancía superó las pruebas y la factura es aceptada por el cliente.
Una empresa fabrica zapatos y los vende a un supermercado. El almacén de cadena exige que la mercancía recibida cuente con factura, pero solo paga las unidades que se vendan a terceros. Si los zapatos no se venden, el supermercado los podrá devolver al proveedor, sin cancelar ningún valor.
En este caso, el fabricante no reconocerá la venta de los zapatos por haberlos entregado al almacén. Adicionalmente, la condición de que la mercancía solo será pagada si se vende a terceros es otro indicio de que los riesgos y ventajas del inventario están aún en cabeza del fabricante.
Si un contrato de venta contiene condiciones sobre instalaciones, el vendedor únicamente debe reconocer el ingreso cuando realice el trabajo de instalación, pues, de lo contrario, el activo no puede considerarse entregado a satisfacción.
Cuando la mercancía se vende con derecho a devolverla por parte del comprador, y si este la quiere devolver al proveedor, lo puede hacer en cualquier momento y sin restricción alguna.
Si una entidad vende inventarios bajo la anterior condición, no debe reconocer el ingreso en sus estados financieros, ya que no tiene seguridad de que recibirá el pago por sus productos. En este caso, el ingreso se reconocerá cuando la entidad tenga evidencia de que el cliente aceptó la mercancía y procederá con el pago.
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