Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Papel del contador en la legitimidad del tributo – James Sarria


James Sarria

En un estado social de derecho, es indispensable que las personas contribuyan a él por medio del tributo; las personas naturales y jurídicas contribuyen a las metas trazadas por el Estado de esta manera.

Las democracias gozan de una legitimidad por medio de sus procesos electorales, y los tributos contribuyen a la legitimidad de toda democracia.

Pero, ¿qué pasaría con los tributos cuando las democracias no gozan de legitimidad?, y no porque sus procesos electores no sean confiables, sino porque aquellos que legislan y administran e imponen los tributos a los ciudadanos, no gozan de suficiente legitimidad.

Tal parece que esta es una situación muy frecuente en nuestra democracia. El estado propone un sinfín de normas para el cumplimiento de sus objetivos de Estado, pero las personas naturales y jurídicas cada vez son menos prestas a aceptarlas por la falta de legitimidad con que cuentan las personas elegidas para la administración acertada de nuestros tributos.

Procesos jurídicos altamente cuestionables que afrontan los diferentes poderes del Estado (ejecutivo, legislativo y judicial), hacen que quienes contribuimos con mucho esfuerzo a la realización de este, nos cuestionemos seriamente si los tributos finalmente se destinarán a la realización de obras y proyectos que contribuyan al mejoramiento de la democracia.

Ahora bien, dicho lo anterior, que parece cotidiano en nuestra sociedad, ¿qué papel juega el contador público?

Pues esta es una gran disyuntiva que afrontan los profesionales de la Contaduría Pública en la actualidad; el Estado ejerce una gran presión para la consecución de los tributos, y las personas buscan la manera de evitar el cumplimiento de estos. Lo que finalmente deja al profesional en una situación bastante compleja de afrontar; por un lado, el Estado con la responsabilidad legal; y por otro, las personas que finalmente contratan sus servicios, de los cuales viven estos profesionales.

¿Cuál será el futuro de la profesión, si las anteriores situaciones persisten?

Este es un gran interrogante que afrontan muchos profesionales en la actualidad, razón por la cual escuchamos con más frecuencia que busquen su desarrollo personal y profesional en otras actividades de la economía, evitando de esta manera aquella disyuntiva mencionada anteriormente, que lo deja en una posición entre dos situaciones que no ha generado, y que mucho menos saca algún provecho de ellas.

*Autor:

James Sarria
Contador Público
Consultoría Empresarial.

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