Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Los sobregiros bancarios son cupos de crédito asociados a cuentas bancarias, que las entidades financieras otorgan a los titulares de dichas cuentas para permitirles realizar transacciones cuando agotan su dinero. Explicamos cuál debe ser su tratamiento contable.
A continuación, daremos respuesta a la siguiente inquietud: ¿Qué efectos contables genera un sobregiro bancario en la presentación de los estados financieros?
Para resolver esta pregunta iniciamos mencionando que los sobregiros bancarios corresponden a cupos de crédito asociados a cuentas bancarias, los cuales son otorgados por las entidades financieras a los titulares de las cuentas bancarias para permitirles realizar transferencias, girar cheques y hacer depósitos, entre otras transacciones, una vez hayan agotado el dinero que poseen en la cuenta.
Su efecto es similar al de un préstamo bancario, y por lo mismo, no puede reconocerse como un menor valor del activo; de ahí que cuando la entidad haga uso de este beneficio deba reconocer el sobregiro bancario como un pasivo financiero para dar cuenta de la obligación que tiene frente a la entidad financiera.
No es correcto que la entidad compense el dinero de una cuenta bancaria con el dinero de otra que posea en la misma entidad, ni que presente el saldo de la cuenta de bancos por el valor neto.
Lo que la norma sí permite es que en el estado de flujos de efectivo se presente el valor neto de la cuenta de efectivos y equivalentes, pero esto no es posible en el estado de situación financiera, porque se dejaría de presentar una obligación que tiene la entidad frente a terceros. Para profundizar en este último punto, consulte nuestro análisis Tratamiento contable para cupos de sobregiro, crédito y similares.
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