Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Mientras Gustavo Adolfo López es contundente al afirmar que la convergencia en Colombia no es necesaria, Carolina Montes manifiesta que existe una alta preocupación generada por el desconocimiento de los impactos de la implementación de NIIF en los modelos de negocios de las pymes, cambios en los procesos y los costos en los que habría que incurrir.
Gustavo Adolfo López.
Gustavo Adolfo López Díaz, contador público especialista en Revisoría Fiscal, en Gerencia Tributaria y Auditoría de Impuestos, considera que la profesión contable está estancada entre lo que dice el Decreto 2649 de 1993, el Estatuto Tributario y las NIIF para pymes. Para él, el tema de los Estándares Internacionales de Información Financiera no es sinónimo de dar un paso adelante.
“Son muy pocos los administradores que han tomado una posición activa frente a la novedad legal y creo que allí radica el problema: la obligatoriedad. Lo que me llama la atención del proceso es que a pesar de que los profesionales y estudiantes buscan capacitación en la práctica, el tema se ha desarrollado desde la teoría que contiene el estándar, procurando que los conceptos y principios se privilegien por encima de la instrumentación de las mismas. Esa sería la diferencia que hay que rescatar. Desde las aulas venimos transmitiendo un mal aprendizaje mecánico del Decreto 2649 de 1993 con la grave influencia en lo financiero de las normas tributarias”, dice.
Para López Díaz, la profesión no debe depender de los estándares internacionales para hacer prevalecer su importancia en el desarrollo de la Nación. Para él, debe existir un norte dirigido a eliminar la instrumentalización de los estudiantes, la tributarización de la contabilidad financiera y la internacionalización por esnobismo.
“Se deben asumir los cambios, infortunadamente, obligatorios como puntas de lanza para modificar la relación con los usuarios para que éstos acepten, entiendan y asuman que la responsabilidad de la contabilidad y de los informes contables es de los administradores. Por lo tanto, estos son los llamados a concebir y establecer las directrices que se aplicarán en la organización social que dirigen y allí contar con profesionales contables con una visión distinta de la instrumental y fiscalista que aporte valor agregado, sin importar si con NIIF para pymes, norma local o USGAAP”.
Para el exgerente de la Cooperativa de Contadores Públicos -Contacoop-, el tema de la Convergencia no es necesario en Colombia. “Por lo menos no como se hizo”, asegura. López Díaz toma como ejemplo Argentina donde se llevó a cabo un proceso muy diferente. “En este país se categorizó las empresas y sólo obligó a las del Grupo 1 a aplicar estándares internacionales; y las demás, las dejó voluntarias. Además, implementó un modelo contable amalgamado entre norma local e internacional. No fue obligatorio para todos”.
Carolina Montes.
Por su parte, Carolina Montes López, socia de MC Montes SAS, y quien viene asesorando a varias pymes en todo este proceso de convergencia dice que la tarea ha sido complicada en estos primeros cuatro meses del año. “Los clientes manifiestan alta preocupación generada principalmente por el desconocimiento de los impactos de la implementación de NIIF en sus modelos de negocios, los cambios requeridos en los procesos, los costos en los que hay que incurrir por consultorías, tecnología de la información, posibles contrataciones adicionales de personal y, lo más importante, la relación de los nuevos marcos de información financiera y los temas impositivos”, dice.
Sin embargo, reconoce que existe un grupo de pymes que percibe muy positivo el proceso de implementación de NIIF; sienten un apoyo en los marcos normativos, que les procura mayor confianza en la información financiera y mayor organización, lo cual aprovechan para realizar la revisión de sus modelos de negocio.
“Lógicamente también existen empresas que no perciben un valor agregado en la implementación de NIIF y expresan su inconformidad debido a que se les genera mayores costos en la operación”, asegura Carolina, quien cuenta con más de 12 años de experiencia profesional realizando consultoría NIIF, USGAAP, auditoría externa y revisoría fiscal, especializándose en la conversión, implementación y auditoría de estados financieros bajo modelos internacionales de información financiera.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
