Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Los equivalentes al efectivo son inversiones a corto plazo y de gran liquidez, que se mantienen para cumplir con los compromisos de pronto pago, más que para propósitos de inversión u otros. Por tanto, una inversión cumplirá las condiciones de equivalente al efectivo solo cuando tenga vencimiento próximo (párrafo 7.2 NIIF para Pymes).
El efectivo restringido está destinado a un propósito específico de la compañía (como proyectos, pago de deuda en particular, etc.). Por su parte, los equivalentes de efectivo son los que se pueden convertir rápidamente en dinero sin tener ningún riesgo (sin la preocupación de que se vaya a disminuir el valor nominal del efectivo), y cuyo término de destinación específica está muy ligado con el efectivo restringido.
Por tanto, el efectivo y equivalente de efectivo deberán registrar los saldos reales en sus cuentas al corte de banco (saldo de los extractos bancarios) y cajas (saldos de arqueos realizados). En las partidas conciliatorias, por otro lado, el sistema contable debe estar en la capacidad de reversar este tipo de operaciones derivadas de partidas conciliatorias, para reflejar el saldo real de las cuentas, las cuales se encuentran relacionadas con la eliminación de los cheques girados y no cobrados, para que el saldo de bancos quede conciliado según los extractos, reconocimiento de consignaciones de clientes no identificados, notas débito y créditos.
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