Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Determinación del deterioro de cartera en una microempresa


Determinación del deterioro de cartera en una microempresa
Actualizado: 8 julio, 2016 (hace 8 años)

Las microempresas representan un número significativo de las entidades nacionales, las cuales en muchos casos no tienen las herramientas para gestionar su información. En este editorial recordamos elementos básicos para valorar el deterioro de cartera.

Cada día son más los pequeños emprendimientos empresariales que florecen en Colombia, y también es cada vez más frecuente que parte de estas fracasen. Lo anterior en la mayoría de los casos por deficiencias en lo relacionado con los conocimientos básicos para la gestión contable y administrativa, lo cual es fundamental para toda entidad que desee catapultarse en el mercado.

En casi todos los casos, es común que las nuevas entidades hagan ventas a crédito, pues esta es una condición habitual en el mercado nacional; el adecuado tratamiento y seguimiento de este tipo de operaciones puede representar un ítem fundamental para el éxito financiero de la compañía; las Normas de Información Financiera para microempresas entregan algunas pistas al respecto.

¿Dónde consultar el marco normativo?

El proceso de convergencia asignó a las microempresas un marco normativo simplificado, denominado Normas de Información Financiera –NIF–, aplicable a todas las entidades del Grupo 3; este se encuentra contenido en el anexo 3 del Decreto Único Reglamentario 2420 del 2015 y es un documento que básicamente tomó el Estándar Internacional para Pymes a fin de reconstruir una nueva versión, mucho más sencilla, que se acoplara a la realidad financiera y administrativa de las pequeñas empresas colombianas.

El establecimiento del deterioro de la cartera no es un asunto mecánico

Así como en las Pymes y las Plenas, los microempresarios deben estar pendientes del deterioro de su cartera; el trabajo al realizar al final del año es comprobar que dicha cartera realmente existe y corresponde a la definición de lo que es un instrumento financiero –toda vez que constituye un derecho a cobrar– y finalmente debe comprobarse si la cartera sí se va a recaudar.

Una vez revisadas las cuentas de la entidad, se encontrarán dos casos, a saber: por un lado la cartera corriente o que está dentro del período normal de pago y a la que no hay que hacerle ninguna valoración o evaluación de deterioro en términos normales. Si se le despacha por ejemplo mercancía el 30 de diciembre y el cliente se comprometió a pagar el 15 de enero, pues al corte del 31 de diciembre el cliente está aún en el período normal de pago y por tanto no es necesario realizar una evaluación de deterioro.

“la ausencia del pago es un indicio de deterioro pero no significa que la cartera esté realmente deteriorada”

Del otro lado están los clientes que efectivamente se encuentran en mora porque no han cumplido con el plazo de pago acordado; en estos casos la ausencia del pago es un indicio de deterioro pero no significa que la cartera esté realmente deteriorada.

Con toda la cartera en mora, las microempresas deberán hacer un análisis individual, deuda a deuda, que les permita confirmar las condiciones actuales del cliente: si no tiene problemas de liquidez, si permanece en el mismo lugar y prestando el mismo servicio, etc. Toda esta información cualitativa es la que permite realmente determinar si la cartera está o no deteriorada y por tal motivo dicho procedimiento no puede ser un asunto mecánico, sino que requiere el análisis detallado por parte del preparador de la información financiera.

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