Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Hoy se están generando puestos de trabajo que combinan el dominio de un conocimiento especializado con el de las nuevas herramientas tecnológicas.
Hacen falta profesionales que se adelanten a las necesidades del futuro y se preparen para ofrecer soluciones.
En el informe La cuarta revolución industrial y el futuro del talento, elaborado por OBS Business School, se presenta un análisis sobre las tendencias de futuro en cuanto a los puestos de trabajo y habilidades en el mundo laboral, cuyas conclusiones son de gran utilidad para empleadores y trabajadores.
La configuración del panorama laboral en los últimos dieciocho meses ha cambiado poco, porque junto a la destrucción de puestos de trabajo han surgido otros relacionados con las nuevas tecnologías. Se trata de una transformación que obliga a los trabajadores a reciclarse y reinventarse.
Como dato relevante, según el informe de empleabilidad y tecnología de DELL, el 85 % de los trabajos que estarán disponibles en 2030 aún no se han inventado, por lo que la capacidad de aprender y asimilar los avances tecnológicos es hoy imprescindible y la velocidad a la que una persona sea capaz de hacerlo marcará su éxito profesional.
Según lo informado por el Foro Económico Mundial, para el año 2025 la automatización llevará a la destrucción de 85 millones de empleos, pero se crearán 97 millones nuevos.
Desde el punto de vista de la publicación y teniendo en cuenta lo anterior, el panorama en Colombia es positivo. Según las cifras, de acuerdo con el número de profesionales egresados en ciencia y tecnología por país, Colombia se encuentra en el cuarto lugar con un 34 %, después de México, Brasil y Argentina.
El balance es positivo, solo es cuestión de activar las habilidades de aprendizaje planteándose un plan de formación, el cual puede estar en manos de la organización, cuando es ella la que se encarga a través del reskilling o el upskilling, o bien del profesional, que a título individual traza su propia hoja de ruta.
El informe publica que se están generando puestos que combinan el dominio de un conocimiento especializado con el de las nuevas herramientas tecnológicas.
A medida que estas van surgiendo, los trabajos de toda la vida como el de abogado, maestro o médico se van reconfigurando, incorporándose así funciones que cubren nuevas necesidades. Por ello, cada vez más se buscan ciberabogados o maestros online, por ejemplo.
El aprendizaje automático y la inteligencia artificial deben ser considerados asistentes, no el reemplazo del profesional.
Hoy, el profesional debe poseer competencias transversales genéricas y propias de cualquier trabajo al margen de la disciplina a la que pertenezca, más allá de sus conocimientos técnicos. La publicación habla de mentalidad digital y flexibilidad, que les abrirá las puertas a diferentes formas de trabajar.
Pese a que hoy los puestos laborales más demandados se caracterizan por un alto componente técnico, se valoran mucho las habilidades blandas, «las cuales justamente son las que nos diferencian de los robots».
Al respecto, Catalina Payá, una de las autoras de este informe, dice que se trata de encontrar el punto justo en el que los humanos y las máquinas puedan trabajar juntos.
Hacen falta profesionales que se adelanten a las necesidades del futuro y se preparen para ofrecer soluciones. Tenemos que atrevernos a estudiar propuestas disruptivas e innovadoras si queremos contribuir y aportar un valor de carácter diferencial.
El informe identifica 4 tipos de competencias que todo profesional debe poseer en mayor o menor medida si quiere tener oportunidades:
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
