Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Las buenas empresas son impensables sin contadores – Hernando Bermúdez Gómez


En otra Contrapartida reseñamos la unión entre AICPA y CIMA, articulación que, al juntar los contadores financieros con los administrativos, ha dado lugar a una organización contable de mayor cobertura disciplinar. Esto es equivalente a la concurrencia de los contadores financieros con los “Professional Accountants in Business”, que observamos en IFAC. Históricamente las dos áreas han recorrido muy diferentes senderos, puesto que la contabilidad financiera ha sido catalogada por la mayoría de los países como una cuestión de orden público, mientras la contabilidad administrativa ha sido entendida como un instrumento de eficiencia empresarial (privada).

Una y otra disciplina (ramas de la Contabilidad) acogieron, hasta lo más profundo, la tecnología de la información. El entronque de los contadores con la corporación Information Systems Audit and Control Association, Inc. –ISACA- no es accidental ni coyuntural. Por lo mismo, los contadores están muy cerca de los grandes centros de investigación y desarrollo de software, especialmente con los dedicados a aplicaciones de uso empresarial. No en balde están encima de progresos como el REA o el XBRL.

“Digámoslo de una vez: Las buenas empresas son impensables sin contadores. Pero no porque tuvieren quien atienda requerimientos de las autoridades gubernamentales, sino porque ellos son los que aseguran que se reúna la mejor información pertinente para tomar decisiones sostenibles.”

En diciembre de 2015, Oracle y CIMA divulgaron el documento THE DIGITAL FINANCE IMPERATIVE: MEASURE AND MANAGE WHAT MATTERS NEXT, en el cual se lee: “(…) Management accounting has the potential to bring professional rigour to decision-making by ensuring that decisions and performance management are informed by proper analysis of the relevant information and that the business is managed in the long-term interests of its stakeholders. (…)”.

Digámoslo de una vez: Las buenas empresas son impensables sin contadores. Pero no porque tuvieren quien atienda requerimientos de las autoridades gubernamentales, sino porque ellos son los que aseguran que se reúna la mejor información pertinente para tomar decisiones sostenibles. En Colombia es frecuente observar, entre los objetivos de formación de los contadores, el prepararlos para actuar a nivel gerencial. Muchos profesores se refieren a esto en sus clases. Pero varios de sus exalumnos no tienen ese nivel. Para ayudar a las empresas, hay que conocerlas y saber obrar como ellas. Esto es bien conflictivo, pues no faltan los que piensan que la empresa no tiene que ver con ética ni con sentimientos. El capitalismo salvaje no existe solo sino encarnado en seres de carne y hueso que toman despiadadas decisiones cortoplacistas contra la humanidad y su casa común. A veces pensamos que mientras uno no tenga en sus manos una bomba atómica, un gas letal, un arma de última generación, puede considerarse respetuoso de los demás. Pero no: se puede matar a muchos desde un escritorio con un esfero, creando o manteniendo pobreza. El reto de la contabilidad administrativa es procurar decisiones justas, como lo espera el interés común.

Hernando Bermúdez Gómez

Editor Contrapartida, Novitas, Registro Contable, Vademécum
Tomado de Contrapartida – De Computationis Jure Opiniones
Número 1920, marzo 7 de 2016

Hernando Bermúdez Gómez
Las publicaciones “Contrapartida” son escritas por miembros de la comunidad académica del Departamento de Ciencias Contables de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Pontificia Universidad Javeriana.
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