Colombia ya cuenta con la anunciada radicación del proyecto de la reforma tributaria, eufemísticamente llamada “Ley para la solidaridad sostenible”.
Revisados someramente los artículos más relevantes, nos encontramos con varias sorpresas que valdría la pena analizar con el fin de sopesar su conveniencia o inconveniencia para los diversos actores que se verían afectados si el proyecto de ley se llegare a aprobar en el congreso.
Lo positivo (zanahoria)
- Loable el ingreso solidario para las familias más pobres del país, las sumas propuestas en el parágrafo 3 del artículo 18 del proyecto, aunque parezcan muy bajas, no lo son tanto si se tiene en cuenta que cubren a la población de ingresos mínimos y su irrigación entre este sector poblacional hará que la mano invisible mueva los hilos de la economía y contribuya a dinamizarla.
- Es importante la promoción de acceso al empleo que permite la incorporación de los jóvenes menores de 28 años a la vida laboral sin las cargas para el empleador; igual sucedería con aquellos adultos mayores que no alcanzaron su pensión de jubilación y necesitan una oportunidad de empleo, al igual que las mujeres mayores de 40 años que durante los doce meses anteriores hubieran estado desempleadas.
- En el mismo sentido se encuentra que los aprendices del Sena, incorporados a partir del año 2023, tampoco serán objeto de pago de seguridad social por parte del contratante, excepto los aportes a la ARL, cifra irrisoria que cualquier empleador o contratante puede sufragar.
- El incentivo para la creación de nuevos empleos del que habla el artículo 26, sin duda constituye un gran alivio a las empresas y a los trabajadores que se han visto afectados por la incidencia que la pandemia del COVID-19 ha tenido sobre la economía.
- La ampliación a la vigencia temporal del Paef, que sin duda alguna ha sido de gran ayuda para los pequeños y medianos empleadores, tendrá vigencia hasta el mes de junio, permitiendo un pequeño respiro a las empresas en afugias por estos meses.
- Medidas de austeridad y eficiencia en el gasto, lo que hemos venido reclamando desde hace mucho tiempo. En la era de las comunicaciones, ¿se justifica tener embajadas y consulados cubriendo casi todo el globo terráqueo? Una sola embajada en Europa podría atender todos los asuntos de ese continente contando con funcionarios eficientes y bien preparados; lo mismo ocurre con los consulados en Norte, Centro y Sudamérica. Este recorte se hace necesario.
- Edulcora un poco el proyecto la eliminación del IVA para los planes de medicina prepagada y complementarios, las pólizas de seguros de cirugía y hospitalización, pólizas de seguros de servicios de salud y, en general, los planes adicionales, conforme con las normas vigentes
Lo negativo (garrote)
- Es funesto el traslado de los bienes exentos, es decir, gravados a tarifa del 0 % en bienes excluidos del impuesto. Lo anterior significa que los productores de queso fresco, leche y nata, filetes y demás carnes de pescado, los huevos frescos de gallina que son la defensa contra el hambre de las clases populares, etc., tendrán que trasladar al consumidor final el IVA que paguen en la adquisición de los insumos y servicios necesarios para producir tales bienes ya que se elimina para ellos la posibilidad de recuperar ese IVA que, en todo caso, si no era tan fácil, por la tramitología conocida de la Dian, sí era posible obtener.
- El artículo 37 del proyecto de reforma le da de nuevo una estocada al turismo de salud y a toda la cadena de consumo que se deriva de este, tales como hoteles, restaurantes, transporte, tiendas de ropa, etc., al gravar con el IVA las cirugías plásticas. Si bien es cierto que los médicos cirujanos plásticos, con el fin de no perder a sus clientes, incluyen dentro del precio del procedimiento el valor del IVA disminuyendo así sus ingresos reales, no es menos cierta para los posibles clientes la sensación de que el servicio se encareció en un 19 %. Esto desvía el turismo de salud hacia países como México, República Dominicana y el Caribe, Tailandia, y otros países asiáticos que, si bien no tienen el prestigio de nuestros doctores, no gravan con IVA esta clase de procedimientos. Muy difícil será distinguir las cirugías plásticas como tal de las cirugías reconstructivas y ningún reglamento logrará hacer tal distinción que es, en todo caso, subjetiva de cada cirujano y cada paciente. Esperamos que en su sabiduría el congreso rechace por inconveniente esta propuesta.
- Causa horror observar la tabla de tarifas para las personas naturales, pasar de tributar a partir de 1090 UVT a tributar a partir de 800 UVT para el año 2022 y apenas 560 UVT para el año 2023 significa llevar a la pauperización a la clase media trabajadora el país.
- El alza del 10 % al 15 % en la tributación de los dividendos será funesto para la inversión. La lucha por tantos años para evitar la doble tributación se ve afectada por este nuevo golpe. Esperemos impere la sensatez contra el desenfreno y la ambición.
- Por último, gravar las pensiones resulta un asalto inesperado al ahorro de patronos y trabajadores durante largos años. Consideramos que la pensión es sagrada, independientemente del monto que se pretenda gravar y peor aún, cuando se mira la tabla de retenciones y esta comienza gravando 60 UVT, con un impuesto del 10 %. Si al presentar la declaración no resultare impuesto a pagar, quién le devolverá la retención al pensionado?
Se quedan en el tintero temas como los peajes dentro de las ciudades, tarifa de renta a personas jurídicas, impuesto a la riqueza, etc., por lo largo y tedioso del proyecto, pero llama la atención que frente a la promesa del anterior director de la Dian en el sentido de incluir en la iniciativa la modificación del artículo 651 del Estatuto Tributario –ET–, el cual ha llevado a la quiebra a no pocas empresas, no aparezca nada en el articulado. De igual forma requieren modificación los artículos 580-1 y 600 del ET, los cuales enrarecen y entraban las relaciones del contribuyente con la Dian.
Miguel Ángel García López
Asesor contable y tributario.
Presidente del Centro de Estudios Grupo de los 100
