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Las pequeñas y medianas empresas deben crear una cultura de exportación, ya que hoy día existen una variedad de productos, sobre todo alimenticios, que son muy innovadores y aún no encuentran su espacio en el mercado exterior. El dólar a $3.000 genera rentabilidad a los nuevos empresarios.
La necesidad de difundir una cultura de exportación para las pequeñas y medianas empresas, con el apoyo del precio del dólar como fuente de rentabilidad y la posibilidad de mostrar la variedad de productos innovadores y exportables que se desarrollan en el país, fueron algunas de las conclusiones del conversatorio Impacto de la fluctuación del dólar en el sector portuario y comercio exterior, realizado el 5 de octubre de 2016 en la ciudad de Barranquilla.
Concurrieron a este evento importantes referentes del sector como René Puche, presidente del Puerto de Barranquilla, Bruce Mac Master, presidente de la ANDI, Felipe Jaramillo, presidente de Procolombia y Ricardo Ávila, director del Diario Portafolio, quienes realizaron una radiografía del estado actual y futuro del sector.
El movimiento de importaciones y exportaciones en el país, la caída de los precios del petróleo, la devaluación del peso, la situación de la industria naviera, la coyuntura política posterior al plebiscito, el crecimiento y desarrollo portuario nacional, fueron temas socializados y debatidos en el conversatorio, con especial énfasis en las estrategias presentadas por los panelistas.
Felipe Jaramillo considera que todavía hay muchos retos en materia logística en el país, sobre todo en vías e infraestructura, pero piensa que una oportunidad de crecimiento sería la creación de una cultura exportadora por parte de las pequeñas y medianas empresas, ya que hoy día existen una variedad de productos, sobre todo alimenticios, que son muy innovadores y aún no encuentran su espacio en el mercado exterior.
Según René Puche, la transformación del Puerto de Barranquilla a plataforma logística generó un impulso favorable para la industria exportadora, protagonista de la economía nacional. Así mismo, Puche ve en el valor actual del dólar, equivalente a $3.000, una herramienta fundamental para generar rentabilidad a los nuevos empresarios.
Por su parte, Ricardo Ávila presentó el panorama actual del desarrollo del sector y recordó que, según estudios de Fedesarrollo, el crecimiento económico del país para el año 2017 rondará el 3,5%. Ávila también recordó la importancia de la reforma tributaria y el futuro político nacional posterior al plebiscito como elementos fundamentales para el porvenir económico del país.
Para Bruce Mac Master, presidente de la ANDI, no se pueden perder los objetivos ni los esfuerzos alcanzados en los diálogos de paz, pues ambos son claves para el bienestar a largo plazo de la economía colombiana.
Así pues, existen muchos retos que deben ser afrontados de manera conjunta entre industriales, exportadores y gobierno para lograr las metas trazadas en un plan estratégico de transformación del sector que, en el caso del Puerto de Barranquilla, está diseñado hasta el año 2017.
Al inicio de 2016, el ministro de Hacienda estimaba un dólar promedio equivalente a $3.000 y el Banco de la República, mediante una encuesta a analistas de bancos, corporaciones, firmas comisionistas y otros agentes, propuso fijar un valor de $3.040.
Pablo Moreno Alemay, Jefe de Área de Finanzas de la Universidad de La Sabana, afirma que deben elaborarse estrategias ante el panorama de una devaluación. Al respecto, una posible en temas de gestión de tipo de cambio podría dividirse en dos posturas: no hacer nada y esperar qué pasará o emplear un mecanismo de fijación de tasas, que eventualmente podría interpretarse como bueno o malo frente a lo que ocurra en el futuro.
«Quizás para unos la primera opción sea especular, confiando en que algo bueno pueda ocurrir, y quizás para otros la segunda alternativa sea igualmente especular por temor a pactar mal, por así decirlo, dado que en el futuro la tasa real será diferente a la negociada y esto podría generar un costo de oportunidad», expresó Moreno Alemay en El Tiempo.
El analista aconseja la segunda opción, es decir, la de anticiparse a los movimientos de tasa de cambio como estrategia de minimización de riesgo frente a variaciones adversas, pues aunque algunos sectores se encuentren satisfechos con la actual tendencia alcista, la volatilidad siempre estará presente. El precio del petróleo implica una serie de factores que trascienden las características propias del crudo, y el año 2015 demostró la gran correlación entre su precio y la cotización del dólar.
En conclusión, Alemay opina que: “Cada posibilidad tiene sus ventajas y sus desventajas, lo importante es conocer los detalles de cada una, asesorarse bien y tener presente que el principal objetivo de estos instrumentos es facilitar una mejor planeación de gastos e ingresos, y controlar oportunamente las posibles pérdidas por efectos cambiarios.”
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