La práctica me ha enseñado durante estos últimos años de ejercicio profesional, los siguientes signos de alarma que denotan que algo anda mal dentro de la empresa y que el empresario afronta una iliquidez no reconocida en público, que le conducirá a una situación grave de insolvencia, controlable si se interviene a tiempo.
- NO PAGO DE PRESTACIONES SOCIALES: El empresario en aras de conseguir nuevas fuentes de liquidez para obtener capital de trabajo, mira hacia el interior de su nomina y decide contratar al personal operativo de su empresa por prestación de servicios, pero no toma las medidas necesarias del caso para blindarse, y darle a este servicio la forma de un verdadero outsourcing de procesos, en el cual el prestador del servicio tenga plena libertad y autonomía en la forma de ejecutar su labor. Por el contrario, a través de esa vinculación de servicios continua su antiguo esquema operativo y terminan estas personas contratas por prestación de servicios, subordinadas al contratante, cumpliendo horarios de trabajo y ejecutándose aspectos típicos de una relación laboral. La consecuencia jurídica de esta práctica radica en el hecho que la misma es una bomba de tiempo y puede dar lugar a una desbandada de demandas laborales que en tratándose de establecimientos de comercio pertenecientes a una persona natural o sociedades de responsabilidad limitada, Comanditas simples o empresas unipersonales, ponen en peligro el patrimonio personal de sus socios, al ser solidariamente responsables en virtud del artículo 36 del CST.
- NO PAGO DE LOS APORTES A LA SEGURIDAD SOCIAL Y DE LAS LIQUIDACIONES DE PRESTACIONES SOCIALES DE SU PERSONAL: El empresario empieza a financiarse con el dinero de la seguridad social de su personal, aportes parafiscales, cesantías y demás prestaciones sociales, bien sea entrando en mora frente al pago al que estos recursos ante las entidades administradoras de los mismos, ó reteniendo el pago de las liquidaciones de prestaciones sociales del personal desvinculado, argumentando problemas administrativos en la contabilidad o el diligenciamiento de múltiples tramites de paz y salvos que debe conseguir el trabajador. Esta práctica de financiarse con los dineros de la seguridad social, aparte de generar demandas ejecutivas por parte de las administradoras del sistema general de seguridad social, y dar lugar a investigaciones administrativas por parte de la respectiva oficina del trabajo de orden territorial, genera un problema grave consistente en eventuales demandas por parte del trabajador en caso de presentarse un accidente o una enfermedad grave y éste no poder acceder a los servicios de salud por encontrase el empleador en mora.
Por otro parte, el dilatar sin una justificación objetiva y razonable el pago de la liquidación de prestaciones sociales o la consignación de las cesantías ante los fondos administradores de las mismas, trae como consecuencia de la imposición de una sanción moratorio, la cual es muchísimo más costosa que unos intereses moratorios que le este cobrando su acreedor, y termina siendo más costoso que acudir al mercado de los rentistas de capital y solicitarle a un gota a gota un préstamo, conducta que tampoco no es recomendable.
- NO PAGO DE IMPUESTOS: El empresario empieza a financiar directamente su operación con los recursos provenientes del no pago de las retenciones en la fuente que ha descontado como agente retenedor a los que le venden bienes o servicios, y los IVA que ha cobrado a sus clientes, situación que es muy delicada tomando en consideración que esta práctica a parte de dar apertura a un proceso de cobro persuasivo por parte de la DIAN, el cual termina siempre en un proceso de jurisdicción coactiva, constituye una conducta penal tipificada como Fraude agente retenedor, que coloca al administrador en problemas más gravosos tomando en consideración que si no cuenta con una adecuada asesoría en este aspecto penal, puede ir a la cárcel. Igual que la anterior practica, esta no es para nada recomendable puesto que al final si tuvo que contratarse a un profesional del derecho para que lo asesorara en este tema de derecho penal económico y aparte tuvo que entrar a defenderlo dentro del proceso de jurisdicción coactiva, termina pagando muchísimo más dinero.
- LIDIAR ACREEDORES TODO EL DIA: El empresario ya no tiene tiempo para preocuparse de atender su negocio en debida forma, repensarlo, visitar clientes y abrir nuevos mercados, pues su día a día se convierte en lidiar con acreedores y mirar en donde puede abrir un nuevo cupo de crédito donde un nuevo proveedor con el fin de cumplir sus compromisos.
- EL CARRUSEL DE LOS ANTICIPOS: El empresario consigue un nuevo contrato y con los anticipos que recibe, lo que hace es dedicarse a pagar cuentas pendientes de otro contrato, tapar huecos y acreencias viejas con el fin de suavizar al proveedor y conseguir que este le siga despachando, y para no incumplir con dicho contrato, entra en una cadena interminable de autofinanciación con anticipos recibidos, práctica que a todas luces es desordenada y que lo único que genera es que en algún momento no se consiga el anticipo que financie este carrusel y se entre inmediatamente en una iliquidez.
- EL MAQUILLAJE A LOS ESTADOS FINANICEROS: El empresario con el fin de consolidar unos estados financieros más robustos, lo que hace es realizar capitalizaciones mentirosas ingresando a la empresa bienes de su patrimonio personal con unos precios inflados para poder conseguir mejores prestamos frente a la banca, pero no se preocupa por trabajar en su flujo de caja y termina consiguiendo el préstamo, que mas tarde incumple y los únicos bienes que tenia medianamente blindados como parte de su patrimonio personal, ahora se convierten en prenda general de los acreedores de su negocio.
- LA BUSQUEDA FRECUENTE DE PRESTAMOS: El empresario empieza a buscar fuentes de financiación de su operación y con el fin de obtener supuestamente “capital de trabajo”, que en realidad es capital para ponerse al día con los acreedores y que le dejen trabajar”, comete el grave error de conseguir directamente como persona natural e involucrando a sus amigos y núcleo familiar más cercano, prestamos de libre consumo con terceros rentistas de capital o directamente con la banca, para ingresarlos a la empresa, sin mirar el flujo de caja y las proyecciones financieras que le permitan cumplir con esas obligaciones adquiridas.
- CARGARLE A LA EMPRESA GASTOS FAMILIARES: El empresario realiza pésimas inversiones quitándole capital de trabajo a la empresa, afectando su flujo de caja, porque quiere cargarle a la empresa todos los gastos suntuarios de su familia, eso sin mencionar aquellos casos en los cuales tiene que responder por más de dos hogares, Frente a este panorama, el empresario para restablecer el flujo de caja perdido y lograr una operación continua de su negocio, empieza a buscar nuevas fuentes de recursos provenientes financiarse con el no pago de impuestos, entrar en el carrusel de los anticipos o en la búsqueda latente de préstamos sin respaldo.
- LA INVERSION EN LA FALSA APARIENCIA: Si bien es cierto que el modelo consumista en nuestra sociedad esta penetrando cada vez más y en ciudades como Bogotá, Cartagena, Medellín o Cali ha hecho carrera la frase “como te ven te tratan”, tampoco es menos cierto que si se van a hacer uso de la teoría de la apariencia, esta debe hacerse bajo criterios de proporcionalidad y de relación costo beneficio, pero en algunos casos, el empresario de forma irresponsable hace uso de esta teoría de la apariencia y sin contar con la liquidez suficiente que respalde de su operación, y realizar un adecuado plan de mercadeo y modelo financiero de su negocio, empieza a gastar en una falsa apariencia de solidez bajo el falso pensamiento que esto atraerá clientes, situación que es fácilmente apreciable cuando nos encontramos que se está invirtiendo muchísimo dinero (sin retorno de esa inversión) en el arrendamiento de una oficina muy lujosa en un sector exclusivo (la cual mantiene prácticamente vacía con una secretaria sub utilizada y sin personal trabajando en la misma), la compra de bienes muebles más lujosos que operativos adquiridos simplemente bajo el criterio de demostrar una falsa riqueza, y la utilización de vehículos lujosos y no operacionales a través de renting o leasing únicamente para guardar las apariencia. Al final termina el empresario con unos gastos muy altos y sin generar los suficientes para cubrirlos, dineros que en su balance por lo general siempre ingresa a su contabilidad como “diferidos”.
Con estos signos de alarma quiero llamar la atención de los empresarios que aun no aceptan su situación de iliquidez anunciada invitándolos a desmontar estas prácticas y en su lugar generar un plan de trabajo tendiente a manejar su situación de pre insolvencia, señalándoles que las situaciones de insolvencia no son ajenas a ningún empresario, estás por el contrario lo enriquecen profesionalmente y le dan experiencia en el manejo de los negocios, pues de las crisis se han generado grandes oportunidades de negocio, pero el peor error que puede cometer un empresario es creerse rico con las primeras utilidades importantes que le deja un determinado negocio y no reinvertir las mismas en su empresa o en otros negocios que le generen mas utilidades y recursos para la operación de su empresa, en vez de proyectar lo obtenido en dichas utilidades para adquirir compromisos financieros no productivos y realizar inversiones que no son verdaderamente una inversión, como es el caso de un vehículo costoso no utilitario, una propiedad raíz de recreo sin fines de reventa, o gastos innecesarios y poco productivos.
Autor:
Juan Manuel Álvarez Castellón
Abogado especialista en Derecho Comercial y Empresarial
Socio de ALVAREZ CASTELLÓN & ASOCIADOS S.A.S
e-mail. jmalvarez@alvarezcastellon.com
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