Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
El Ministerio del Trabajo ha resaltado la importancia de volver a posicionar y fortalecer el movimiento sindical a nivel nacional y local. De igual manera, se ha comprometido a participar en la construcción de una hoja de ruta que permita avanzar en un proceso de reparación colectiva del sindicalismo.
«Hemos discutido la importancia de conocer y divulgar la verdad sobre la violencia antisindical, de promover la creación de nuevos sindicatos, de homenajear la memoria de las víctimas y de ofrecer garantías de no repetición», dijo en los medios el Ministerio de Trabajo, Rafael Pardo.
Paula Gaviria, directora de la Unidad de Víctimas resaltó en El Tiempo que para la reparación de sindicatos hay que crear una Comisión de la Verdad. Dijo que se van a cruzar las bases de datos de víctimas de la Escuela Nacional Sindical de 2.870 sindicales asesinados y 487 sindicatos víctimas con otras bases para establecer quiénes entran definitivamente en la reparación.
También afirmó que no se descarta la posibilidad de que la Unidad incluya casos de sindicatos víctimas de la empresa privada, multinacionales o directivos, aunque puedan considerarse como fuera del conflicto armado.
Como lo publica Semana en un informe, la reparación colectiva a los sindicatos que se promueve desde la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras puede tardar más que otras puesto que debe trazarse una política pública para la restauración de los derechos vulnerados. Además, el Estado debe garantizar que en un futuro puedan existir estos movimientos sin que sean estigmatizados o perseguidos.
Héctor Fajardo, dirigente del Instituto Sindical de Cooperación al Desarrollo (Iscod), explica que esto implica un trabajo. «La invitación a los sindicalistas es que se preparen para un largo viaje de por lo menos diez años. Sólo así se encontrará el norte de los derechos laborales».
Para el Ministerio de Trabajo el proceso de reparación colectiva al movimiento sindical colombiano, es uno de los puntos más importantes dentro de su agenda. Además, es una obligación del Estado consagrada en la Ley 1448 de 2011 o Ley de Víctimas y Restitución de Tierras.
El Ministerio del Trabajo ha generado espacios de encuentro con la Unidad para las Víctimas y las Centrales Obreras en un proceso de reconstruir y fortalecer el sindicalismo desde un enfoque diferencial, integral y transformador, paralelamente estas discusiones técnicas y logísticas se han llevado a la Comisión Interinstitucional de Derechos Humanos de los Trabajadores.
En Colombia se está gestando poco a poco una nueva tendencia que toma fuerza al interior de grandes y medianas empresas que dejan atrás huelgas o despidos como camino para reivindicar derechos de los trabajadores o defender intereses empresariales.
Como lo publica El Colombiano la multinacional francesa Carrefour, por ejemplo, promueve la creación de un sindicato para hallar un canal para abordar relaciones laborales y potenciales conflictos.
Ya se ven sindicatos que emplean las redes sociales, los chats e Internet para abrir espacios propios de diálogo con sus afiliados. Mesas de negociación entre trabajadores y directivas donde el lenguaje y las decisiones se toman por el camino del diálogo y no la confrontación.
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