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Instituciones políticas, adopción de TIC y capacidad de innovación pasan cuenta de cobro a Colombia


Instituciones políticas, adopción de TIC y capacidad de innovación pasan cuenta de cobro a Colombia
Actualizado: 19 octubre, 2018 (hace 6 años)

Tres ítems en los que el país sacó bajas calificaciones en el Reporte de Competitividad Global 2018, y por los que descendió tres puestos. La posición más baja la ocupa el campo de las instituciones, que se ubica en el puesto 89. Hay buen desempeño en salud y estabilidad macroeconómica.

Según el Reporte de Competitividad Global 2018 del Foro Económico Mundial —FEM—, publicado el 16 de octubre de 2018, Colombia ocupa la casilla 60 entre 140 países de todo el mundo. El país cayó tres posiciones respecto al listado de hace un año, lo que revela que no ha habido un gran avance respecto a los indicadores evaluados en este tipo de informes. Para el FEM, la competitividad se entiende como el conjunto de instituciones, políticas y factores que sitúan la productividad como elemento central del crecimiento económico a largo plazo.

De América Latina, Colombia se mantuvo como el quinto país más competitivo de la región. Chile es el líder, seguido por México, Uruguay y Costa Rica. De los quince países latinoamericanos incluidos, doce perdieron posiciones en el escalafón, entre ellos Colombia, mientras que solo tres mejoraron.

El nuevo índice del FEM mide la competitividad de los países por medio de 98 indicadores distribuidos en doce pilares, los cuales se relacionan con condiciones habilitantes; capital humano; mercados y ecosistema de innovación. El puntaje general es el resultado de promediar los resultados de los doce pilares, en una escala de uno a cien. El índice utiliza una metodología de “distancia a la frontera”, donde el desempeño en cada componente es evaluado en relación con la “frontera” o el estado de cosas ideal. Para cada pilar, entre más cercano a cien sea el puntaje obtenido, más cerca se encuentra el país a la excelencia en competitividad.

Teniendo en cuenta lo anterior, el desempeño del país no es positivo, ya que Colombia presenta un atraso significativo en pilares como el de las instituciones políticas; la aplicación de tecnologías de la información y la comunicación –TIC–; y la capacidad de innovación, que contaron con calificaciones de 50,3, 46,7 y 35,5 puntos sobre cien, puntajes que se traducen en los puestos 89, 84 y 73, respectivamente, entre 140 países.

“La posición más baja que obtuvo el país, con 50 puntos que representan un incremento de un punto frente a 2017, estuvo en el campo de las instituciones, con la posición 89”

Pese a las inversiones en vías y aeropuertos, el país se presenta frágil en el ítem de infraestructura (puntaje 63 y posición 83), al igual que en habilidades del capital humano (puntaje de 59,9 y posición 80). El mercado laboral también le pasa cuenta de cobro al país (puntaje de 57,9 y posición 80). En la mayoría de los rubros anteriores, Colombia se ubica en un rango de posiciones que oscila entre 80 y 90, entre 140 naciones que mide el FEM. La posición más baja que obtuvo el país, con 50 puntos que representan un incremento de un punto frente a 2017, estuvo en el campo de las instituciones, con la posición 89.

En contraste, el informe asegura que el país muestra un buen desempeño en los pilares de salud y estabilidad macroeconómica, ya que en los dos casos presenta calificaciones de 91 y 87 puntos respectivamente. A su vez, sus ubicaciones en el ranking global también son buenas: de 140 naciones registradas, Colombia ocupa los puestos 35 y 56, respectivamente.

Desde el punto de vista del Consejo Privado de Competitividad, «la nueva visión de la competitividad, como equivalente a los determinantes de la productividad, la ubica no como una competencia entre países o un juego de suma cero, sino como algo posible de alcanzar para todas las economías. El Reporte Global de Competitividad del FEM brinda información valiosa sobre las áreas de política que el país debe priorizar, de manera que logremos resolver el reto de la productividad y, por esa vía, alcanzar un crecimiento mayor y sostenido que permita aumentar el bienestar de todos los colombianos».

Rosario Córdoba Garcés, presidenta del Consejo Privado de Competitividad, dice en La República que “en este momento, el país tiene que fijarse mucho más en los pilares que están lejos de la frontera de competitividad y tomar decisiones que permitan cambios fuertes en cada uno de esos aspectos”. Afirma que los campos de instituciones políticas, adopción de TIC y capacidad de innovación son en los que a Colombia “siempre la ha ido mal”.

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