Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Roberto Rave, politólogo especialista en negocios internacionales y comercio exterior, afirma en entrevista con Actualícese, que es preocupante que los impuestos recaigan en su totalidad sobre las empresas y que tan solo el 19 % del recaudo sea generado por las personas naturales.
Roberto Rave, politólogo con especialización y posgrado en negocios internacionales y comercio exterior de la Universidad Externado de Colombia y la Universidad Columbia de Nueva York, y candidato a MBA de la Universidad de Miami, dice en Actualícese que el gobierno Santos en pro de evitar la evasión, decidió de manera facilista, grabar algunos productos de la canasta básica, medida que, junto a otras de la misma índole, golpeó la confianza del consumidor y frenó el consumo.
Según el índice Doing Bussines del Banco Mundial, Colombia es uno de los países con más carga tributaria en el mundo. Además de eso su inestabilidad representa una amenaza para cualquier empresario.
Nuestra economía y aparato tributario aduce más a la evasión que a los incentivos, y es por esto que una reducción de la carga impositiva reflejaría inmediatamente un impulso a la economía y con ella al empleo. Estados Unidos es el reflejo de esto, pues en los pasados meses el presidente Trump redujo los impuestos corporativos del 35 % al 21 %, resultando esto en un aumento en el empleo y en los salarios respectivamente.
Por otro lado, preocupa la informalidad en el país. Más del 50 % de los empleados del país son informales y esto presupone además una tragedia humana para quien llegará a la vejez sin pensión ni salud, es decir, una economía enferma. La disminución y simplificación del sistema tributario equivale en palabras de Hernando de Soto a: “informalizar la formalidad”, es decir, hacer más atractivo y simple el sistema formal. Esta medida sería también un catalizador de la disminución de las brechas sociales.
No necesariamente. Lo que si preocupa es que los impuestos recaigan en su totalidad sobre las empresas. En Colombia el 81 % del recaudo por impuestos directos es generado por las empresas, solo el 19 % por las personas naturales. Lo más preocupante es la evasión que supera el 40 %.
Para bajar impuestos, el gobierno debe aducir a la disminución del tamaño del Estado, que ha aumentado en más de 90.000 cargos en los últimos años. También debe hacer más eficiente el gasto y priorizar la reactivación de la economía incentivando las empresas y los emprendimientos, pero además la formalización.
La inefectividad en el recaudo no tiene que ver necesariamente con las exenciones, más si con la complejidad del sistema colombiano. El sistema de exenciones tributarias ha revitalizado algunas industrias estratégicas del país, sin embargo, nuestro crecimiento sigue estando por debajo de nuestra inflación. Las exenciones deben evaluarse en términos de resultados para comprender cuáles están funcionando y cuáles podrían funcionar mejor. También, es preciso afirmar que el gobierno Santos ya ha venido eliminando algunos alivios tributarios para cubrir el déficit.
Duque ha hablado de una modernización de la Dian, pero además de esto ha resaltado temas como el big data y la inteligencia artificial para combatir la evasión y la corrupción. Asuntos como la facturación electrónica y la despolitización de la entidad son grandes impulsos para la efectividad en el recaudo. El gobierno del presidente Duque se sustentará más en el incentivo que en el castigo, es por esto que en términos de evasión propone la simplificación del sistema y la disminución de impuestos.
Diferentes países tienen este tipo de políticas y han sido útiles para activar la economía con más fuerza durante algunos días. Instituciones como Fenalco dieron un parte positivo sobre esta propuesta que aliviaría la cantidad de impuestos que obstaculizan el comercio. Estos 6 días serían el Black Friday colombiano.
La OCDE no ejerce recomendaciones vinculantes, sin embargo, sus sugerencias de buenas prácticas son garantía del desarrollo de un país. En Colombia los impuestos recaen en su mayoría sobre las empresas y esto ha sido criticado por la OCDE en sus informes de evaluación. El gobierno anterior en pro de evitar la evasión decidió de manera facilista grabar algunos productos de la canasta básica. Esta medida, junto a otras de la misma índole, golpeó la confianza del consumidor y frenó el consumo.
El cambio en el panorama de los impuestos radicará en modernizar el sistema tributario, estabilizarlo y simplificarlo para que sea más eficiente y sumado a la medida de disminución de los impuestos, incentive el crecimiento económico.
Duque cita usualmente la frase de Churchill que dice: “Algunas personas consideran la empresa privada como un tigre depredador que debe ser fusilado. Otros la ven como una vaca que se puede ordeñar. No muchas personas la ven como un caballo sano, tirando de un carro robusto”.
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