Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

¿Qué hacer con los activos totalmente depreciados en los Estados Financieros?


¿Qué hacer con los activos totalmente depreciados en los Estados Financieros?
Actualizado: 25 mayo, 2016 (hace 8 años)

La medición de activos en los estados financieros requiere utilizar juicios sobre la vida útil y el valor residual. Como en toda estimación, puede suceder que la realidad sea diferente. En el presente editorial ofrecemos alternativas de tratamiento para estos activos.

Cuando una entidad adquiere un activo, debe proceder a clasificarlo en alguna de las categorías establecidas por las Normas de Información Financiera, con el fin de presentarlo en los estados financieros de tal forma que proporcione información útil para la toma de decisiones por parte de los usuarios.

Los principales criterios para clasificar los activos son:

a. Su destinación: los activos corrientes se tienen para ser consumidos o vendidos en el ciclo normal del negocio, tales como el efectivo y equivalentes, algunos instrumentos financieros y los inventarios. Los activos que se tienen con el propósito de ser usados en un largo plazo se clasifican como activos no corrientes y permanecen en la entidad por varios períodos.

b. Su naturaleza: los activos se clasifican en tangibles e intangibles.

c. La forma como proporcionan beneficios: los activos intangibles y la propiedad, planta y equipo producen beneficios por el uso, las propiedades de inversión por su valorización o por arrendamientos, los activos biológicos por su crecimiento y transformación, y las inversiones en forma de utilidades.

Los modelos de medición de activos buscan establecer los valores en libros para cada elemento de los estados financieros, de tal manera que dichos informes representen, de la manera más precisa posible, la realidad financiera de la entidad.

En razón a lo anterior, la entidad medirá al costo los activos que mantenga para beneficiarse de estos por el uso, más que de su venta.
Para la medición al costo, la entidad debe elaborar dos procesos de estimación al inicio de la vida útil del activo: la vida útil y el valor residual.

La estimación de vida útil depende de las expectativas de uso que la administración tenga respecto del activo. Las Normas de Información Financiera definen la vida útil como el tiempo por el cual la entidad espera obtener los beneficios derivados del activo. Algunos aspectos a tener en cuenta en la definición de la vida útil son:

  • Duración del activo según el fabricante.
  • Tipo de uso que la entidad dará al activo.
  • Período establecido (o limitado) por ley para el uso del activo.
  • Condiciones de mercado que afectan la utilización del activo.
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Una vez definida la vida útil, la entidad procede a estimar el valor residual, proyectando el comportamiento del mercado en el cual se podría vender el activo una vez ha llegado al final de su vida útil.

“Al final de cada período la entidad debe evaluar si la vida útil remanente o el valor residual de sus activos han variado, y reconocerá estas variaciones con efecto prospectivo”

Dado que estas dos variables son estimaciones, es muy común que con el paso del tiempo el activo se comporte de una manera diferente a la que se había pensado. En razón a lo anterior, la entidad debe evaluar permanentemente estas estimaciones y, si es del caso, hacer las modificaciones pertinentes.

Al final de cada período la entidad debe evaluar si la vida útil remanente o el valor residual de sus activos han variado, y reconocerá estas variaciones con efecto prospectivo. Es decir, con impacto en los estados financieros de períodos posteriores.

Si un activo llega a superar la vida útil estimada inicialmente y, por lo tanto, su valor se disminuye a mínimas proporciones, o a cero, la entidad no está obligada a volverle a asignar un valor en los estados financieros; bastará con incluir una revelación en la cual se dé a conocer este hecho, y una estimación de su posible valor razonable (si lo hubiera).

Si la entidad está preparando su estado de situación financiera puede obviar el reconocimiento de activos totalmente depreciados si considera que su valor no impacta, de manera significativa, los estados financieros objeto de reporte.

Juan David Maya Herrera
Consultor de Estándares Internacionales de Información Financiera

* Exclusivo para actualicese.co

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