Retos y desafíos de la 4.ª revolución industrial gracias a la pandemia

El actual escenario global, conmocionado por una pandemia que aún no da luces de controlarse, contribuyó a dinamizar el proceso de aceleración digital.

Según la encuesta de Transformación Digital 2019 de la ANDI, los empresarios manifestaron que perciben con un 86,7 % que la automatización es una oportunidad para elevar el talento. Esta misma entidad afirma que 6 de cada 10 empresas tienen una estrategia de transformación digital y cerca del 55 % de los colombianos aprovechan el Internet en diferentes labores.

Ante este escenario las soluciones tecnológicas constitutivas de la 4.ª revolución industrial, como la robótica, la inteligencia artificial y el big data, entre otras, adquirieron mayor relevancia, ya sea por proporcionar las condiciones necesarias que permitieron una exitosa masificación del teletrabajo y la teleeducación, como también por generar nuevos procesos en áreas como la salud pública, el transporte y las telecomunicaciones, sectores que han sido fuertemente presionados como producto de la crisis sanitaria global.

Aunque hemos avanzado en disminuir la brecha digital entre los países desarrollados y las economías emergentes, como también entre los mismos entornos locales, los desafíos que nos propone la transformación digital representan una oportunidad única de contribuir al desarrollo de nuestras sociedades.

Así es como hemos visto que las soluciones digitales de última generación se han consolidado como las herramientas fundamentales para adaptarse a una nueva forma de entender la normalidad que bien podría seguir incrementando sus niveles de incertidumbre.

Se debe hacer énfasis en el uso de soluciones digitales que permitan generar importantes impactos positivos en países desarrollados, pero su máximo potencial transformador se logra en economías emergentes, especialmente en las que la pobreza sigue siendo una problemática relevante.

En estos casos los beneficios de la revolución digital generan mejoras exponenciales en la calidad de vida de una mayor cantidad de población.

Frente a este punto de vista hay que destacar la Agenda Conectar 2030: las TIC para los objetivos de desarrollo sostenible de la Unión Internacional de Telecomunicaciones ­–UIT–, las cuales muestran una visión global compartida para el desarrollo del sector de telecomunicaciones y la reducción de la brecha digital bajo los cinco objetivos estratégicos planteados, como crecimiento, inclusión, sostenibilidad, innovación y asociación.

Un punto a resaltar es la colaboración conjunta entre el mundo público y el privado para impulsar esta agenda donde se obtendrán los resultados que permitan llevar más y mejores soluciones a la sociedad.

Este cambio requiere progresar con un propósito en común: construir una cultura de resiliencia en nuestros negocios con una visión compartida respecto del futuro, aprovechando los beneficios principales de las nuevas tecnologías en esta era de la 4.ª revolución industrial.

Durval Carvalho
VP Customer tech operations de Lumen Technologies