Transformación de activos biológicos según los Estándares Internacionales

El Estándar para Pymes en su sección 34 establece los lineamientos para medir los activos biológicos. Aunque este tipo de activos deben ser medidos al valor razonable, reconociendo las variaciones de este valor en resultados, en algunos casos se permite su medición al costo.

En el contexto de los Estándares Internacionales, cuando se habla de transformar activos biológicos se está haciendo referencia a agricultura. Esta transformación involucra el trabajo con animales (crecimiento, engorde, reproducción) o con plantas (cultivo para obtención de cosechas u otro tipo de productos agrícolas).

Los activos involucrados en estas actividades agrícolas deben ser medidos al valor razonable, reconociendo las variaciones de este valor en resultados. Sin embargo, es normal que los activos biológicos no puedan ser medidos a valor razonable de manera fiable sin costo o esfuerzo desproporcionado, por lo cual la norma permite utilizar un modelo de costo para su medición.

Ya que la norma no específica cómo aplicar el modelo del costo a estos activos, se recomienda usar dos modelos:

• Modelo de costo para inventarios, para todos los activos que se mantienen para engordar o levantar.
• Modelo de costo-depreciación-deterioro para las propiedades, planta y equipo, para aquellos activos cuyo fin es producir varias cosechas o parir crías.

Caso en una granja porcícola

• Una granja adquiere cerdas de cría compradas a criaderos especializados y que están genéticamente condicionadas para tener entre 10 y 18 lechones en cada parto y sus crías son una raza que produce buena carne.
• Las cerdas de cría se adquieren en etapa productiva, listas para iniciar su proceso de reproducción. Cuando terminan su etapa productiva son vendidas a los comercializadores de carne de canal, al precio por kilo establecido en el mercado.
• Para fecundar las cerdas se adquieren cerdos padrones. El costo de estos es más alto que un cerdo promedio para carne de canal y no se comercializan en mercados secundarios.
• A estos cerdos se les extrae el semen para fecundar las cerdas artificialmente. Se espera que el cerdo padrón tenga una vida reproductiva de 4 años, para luego venderlos a los comercializadores de carne de canal.
• La entidad escoge algunos cerdos criados en la granja para ser utilizados como receladores; cuya labor es identificar el período de celo de las cerdas, para luego inseminarlas artificialmente por los operarios encargados. Después, estos cerdos son mantenidos entre 6 meses y un año en la granja, y son vendidos a los comercializadores de carne de canal.
• Finalmente, las cerdas paren de 10 a 18 lechones cada seis meses, los cuales son criados durante 24 semanas, hasta que alcanzan la talla y peso rentable para ser vendidos como carne de canal.

Conclusiones

Con el anterior caso se concluye que ninguno de los tipos de cerdos que hacen parte de la actividad agrícola se puede medir a valor razonable de forma fiable porque:

• Las cerdas de cría y los cerdos padrones no tienen su propio mercado activo, sino que su posible precio de venta sería el valor razonable del kilo de carne en el mercado. Si se usa este valor como referencia de valor razonable se generarían pérdidas para la entidad al momento de la adquisición inicial.
• Los cerdos receladores se podrían medir al valor razonable, pero como estos están en la granja durante corto tiempo, una diferencia entre el costo y el valor razonable sería irrelevante.
• Las crías no tienen un mercado activo, ya que la venta de estos cerdos apenas es rentable cuando alcanzan la talla y peso adecuados. El tiempo que estos animales pasan en la granja es corto y la diferencia entre su costo y el valor razonable no es material.

Ya que no es posible medir estos activos biológicos al valor razonable de forma fiable, sin costo o esfuerzo desproporcionado, será necesario medirlos al costo.

Si quiere ampliar esta información, lea nuestro análisis Cría de animales: tratamiento contable.