Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Gabriel Vásquez Tristancho, socio de impuestos de Baker Tilly Colombia está de acuerdo con encarcelar a los corruptos y evasores de impuestos, empezando por los que se encuentran en el Senado. Dice que el problema de los precios de la canasta familiar siempre se concentran en el consumidor final.
Todo indica que esta semana será radicada la Ley de financiamiento, cuyo objetivo, en parte, será financiar el presupuesto de 2019, a la vez que busca crear un revolcón normativo en materia de impuestos y puntos económicos del país.
El director de la Dian, José Andrés Romero, dijo en entrevista con Portafolio que la columna vertebral del articulado incluirá la simplificación de sistemas, el mejoramiento de procedimientos y la mejor estructura tributaria, de modo que esto permita reactivar la economía.
“Este proyecto busca que las personas que están pagando muchos impuestos puedan tener un sistema que alivie cargas, y sean optimistas con el futuro del país; que traigan sus recursos a Colombia y activen la economía nacional”, indicó Romero.
Frente a lo que podrían enfrentar los colombianos con la Ley de financiamiento, dialogamos con Gabriel Vásquez Tristancho, contador público, magister en economía y socio de impuestos de Baker Tilly Colombia, quien afirma que la reforma tributaria y la Ley de financiamiento son dos cosas diferentes, pero complementarias. «Los tributos se requieren para disminuir o atender el endeudamiento del país», afirma.
Vásquez Tristancho insiste en que el problema no son los impuestos, cuando se le pregunta si está de acuerdo o no en gravar con el IVA toda la canasta familiar.
Desde su punto de vista, los problemas de los precios de la canasta familiar siempre se concentrarán en el consumidor final y no en el análisis de los intermediarios, en los casos de la cadena alimentaria ni en los monopolios denunciados durante largo tiempo.
«No tiene efecto alto un incremento por IVA, cuando los impuestos descontables aumentarán las utilidades de los productores. Entonces no debería haber traslado absoluto del mayor impuesto al consumidor final», dice.
Sobre la estrategia que debería implementar el Gobierno para incrementar el recaudo, Vásquez Tristancho indica que es cuestión de cultura tributaria. «Los contribuyentes sienten que todo peso que aportan no es para el Estado, ni para obras, sino para la corrupción, la cual cada día es más impune y descarada. Casos vemos todos los días de todos los gobiernos, incluido el actual», recalca.
Está de acuerdo con la cárcel para los evasores de impuestos. «Primero, cárcel para la corrupción, comenzando por el mismo Senado, alto Gobierno y empresas del Estado que tienen los más altos índices de corrupción», dice.
Para él, la propuesta que ha hecho el director de la Dian, José Andrés Romero, de crear un régimen simple para pequeños empresarios como respuesta al fracaso del monotributo, no es coherente. «Hay que simplificar y racionalizar la documentación, hacer efectivo el impuesto y declaraciones a través de retenciones con niveles inferiores al 2 %», explica.
Finalmente, frente al tema de realizarle una reingeniería a la Dian para que sea una entidad más efectiva en sus funciones, Vásquez Tristancho afirma que el problema no es la entidad, «aunque tiene más sindicatos que otras empresas del Estado».
Para él, y como lo manifestó anteriormente, el problema es la cultura ciudadana alrededor de la trampa, la corrupción, gobiernos corruptos, lo que hace que los contribuyentes no quieran contribuir voluntariamente.
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