Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Uno de los retos que tienen que afrontar los profesionales encargados de la auditoría interna de las empresas es el del costo y presiones de crecimiento. Una compañía puede verse en riesgo si no atiende sus estrategias comerciales y de expansión, así como de transformación digital.
En nuestro editorial Big data y tecnologías de la información: retos de la auditoría interna para 2019, se afirma que los equipos de auditoría de las empresas deben estar atentos a dos riesgos que pueden surgir para sus compañías: por un lado, el manejo del big data; por el otro, las vulnerabilidades que se pueden presentar alrededor de las tecnologías de la información, lo que incluye la ciberseguridad y la computación en la nube.
Basados en el artículo ¿Por qué el 2019 podría ser un año de retos para la auditoría interna?, continuamos planteando los riesgos a partir de los cuales se puede ayudar a los equipos de auditoría a identificar dichas amenazas en su organización, y establecer el impacto de su trabajo al ejecutar la respectiva auditoría. Otro de los riesgos planteados en el artículo es el costo y presiones de crecimiento.
Las organizaciones enfrentan desafíos crecientes para sus modelos de negocios por parte de competidores disruptivos. Por este motivo, las organizaciones están llevando a cabo más proyectos de transformación digital, expandiéndose a nuevos sectores y mercados y rediseñando estrategias comerciales para mantener el ritmo.
«Sin embargo, al buscar la eficiencia de costos y adoptar nuevas estrategias de crecimiento, las organizaciones deben tener cuidado de no debilitar el ambiente de control o desestimar la gobernabilidad y supervisión. Además, las organizaciones deben contar con la fuerza laboral necesaria para cumplir con los objetivos y estrategias comerciales cambiantes», plantea el artículo ¿Por qué el 2019 podría ser un año de retos para la auditoría interna?.
La dependencia de las empresas de estas nuevas estrategias comerciales puede manifestarse en los siguientes riesgos:
A medida que las organizaciones se enfocan en mantener la competitividad y la relevancia en el mercado digital están aumentando su dependencia de terceros. Con la interconexión de estas relaciones, y en tanto más empresas persigan modelos de negocios de ecosistemas y los terceros aumenten su confianza en los socios, también la exposición al riesgo operacional y regulatorio aumenta.
Las organizaciones experimentan transformaciones empresariales digitales significativas, proceso que al ejecutarse crea un riesgo también significativo. «Estos riesgos incluyen la reducción de la gobernanza y la supervisión, así como las consecuencias no deseadas del aumento del fraude y el posible desperdicio de recursos», indica el artículo ya mencionado.
La rápida adopción de tecnologías y la creciente automatización crean incertidumbre en la determinación de las necesidades de talento de las empresas para lograr los diversos objetivos planteados. De forma similar, el uso más amplio del análisis de datos y las muchas amenazas de ciberseguridad aumentan la demanda de más talento técnico, lo que puede ser difícil de encontrar y reclutar. Los dos anteriores factores, combinados, hacen que la planificación estratégica de la fuerza laboral a largo plazo sea extremadamente difícil.
«Para estos riesgos, la auditoría debe realizar proyectos de aseguramiento centrados en los contratos de proveedores, mejorar la gestión de los proyectos digitales y de automatización, realizar evaluaciones de habilidades y alinear la frecuencia y el alcance de las actualizaciones con los supuestos estratégicos», concluye el artículo.
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