Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Desde que existe la regla fiscal en Colombia, los colombianos han visto cuatro reformas tributarias. Esto, desde el punto de vista de Cedetrabajo, ha golpeado el bolsillo de la clase media y lesionado la capacidad de consumo de los hogares, impactando negativamente las pequeñas y medianas empresas.
El Centro de Estudios del Trabajo –Cedetrabajo–, en su análisis Regla fiscal es un obstáculo para satisfacer las necesidades sociales de Colombia, destaca la forma errónea como el Gobierno ha venido manejando el tema de la regla fiscal, un mecanismo público para limitar el gasto del Estado. «Esta es una medida tendiente a aumentar la austeridad en el gasto social que ni siquiera ha cumplido con la meta de déficit», afirma la entidad.
Desde el punto de vista de Cedetrabajo, con la regla fiscal el Gobierno nacional justifica los recortes exigidos por las agencias calificadoras y organismos como el Fondo Monetario Internacional –FMI–, tal y como quedó consignado en la última evaluación publicada por el FMI el 8 de marzo de 2019.
«Lo que es peor, el Comité Consultivo de Regla Fiscal –CCRF– se basa en proyecciones erróneas de crecimiento del PIB ya que no corrige los datos publicados por el Dane sobre crecimiento económico. El CCRF sigue tomando los datos de crecimiento del PIB de 1,8 % para el año 2017, cuando la cifra real es 1,4 % de acuerdo con las correcciones estadísticas que tuvo que hacer el Dane», critica Cedetrabajo. Debido a ello, esta información terminaría cambiando algunas de las proyecciones de crecimiento futuro del PIB.
El análisis resalta las cuatro reformas tributarias que se han realizado desde que existe la regla fiscal, lo que ha golpeado el bolsillo de la clase media y lesionado la capacidad de consumo de los hogares. Lo anterior deja consecuencias negativas para las pequeñas y medianas empresas nacionales.
«Las urgentes necesidades de gasto son debilitadas por los beneficios tributarios otorgados por el Gobierno nacional a las grandes empresas en la reforma tributaria de 2018. El costo de dichos beneficios se incrementó en 8,1 billones de pesos para 2020, a los que también deberían sumarse los casi 14 billones de pesos anuales a los que ya viene renunciando el Estado en impuestos», destaca la publicación.
Aún con el anterior panorama, critica Cedetrabajo, el CCRF autorizó el aumento de déficit en 4,9 billones de pesos para 2019, medida con la cual el Gobierno puede caer en un mayor endeudamiento, el cual ascendería al 47 % del PIB en 2019; es decir, 0,5 puntos porcentuales por encima de lo inicialmente proyectado y 0,7 puntos porcentuales más en 2020.
La conclusión de Cedetrabajo es que los gobiernos amparados en la regla fiscal han sacrificado gasto social e inversión, necesarios para el desarrollo productivo y la estabilidad social del país. El problema del gasto no es que sea abultado, sino que se caracteriza por su corrupción e ineficiencia.
«El aumento del déficit demuestra que ha sido una mala idea establecer la regla fiscal, ya que se convierte en una camisa de fuerza al gasto público y evidencia que el mercado ha sido incapaz de equilibrar la diferencia entre los ingresos de la población y sus necesidades sociales», critica Cedetrabajo.
En abril de este año, la calificadora Fitch Ratings manifestó que el desajuste de ingresos y el golpe por la migración venezolana son los factores que ponen en riesgo la calificación crediticia del país. Según Richard Francis, líder de la calificación de Colombia y Venezuela de la entidad, “el ajuste en cuanto al déficit fiscal de Colombia ha sido lento y no hay que dejar de lado que el Comité Consultivo de la Regla Fiscal cambió la meta por la situación con Venezuela. No vemos problema en que llegue al objetivo de 2,7 % de 2019, pero para 2020 necesita encontrar un 1 % del PIB más de ingresos, y en 2021 y 2022 un 2%, lo cual no es fácil”.
A la opinión de Fitch Ratings se le suman los cuestionamientos de Moody’s que, a través de un reporte, manifestó que “si bien los ajustes a los objetivos de déficit han estado en línea con las pautas de la regla fiscal, las revisiones frecuentes pueden socavar la credibilidad de la política fiscal”, sostiene Moody’s.
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