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Entre el 4,1 % y el 9 % son los porcentajes que se manejan por parte de los actores involucrados en la negociación del aumento del salario mínimo para el próximo año. El 5 de diciembre comienzan de forma oficial las discusiones alrededor del tema entre Gobierno, centrales obreras y empresarios.
El pasado 21 de noviembre, la ministra del trabajo, Griselda Janeth Restrepo, dio a conocer el cronograma y la agenda prevista para la negociación del salario mínimo 2018. El primer paso es la discusión relacionada con la productividad, variable económica que se tiene en cuenta para la fijación del salario mínimo.
La próxima semana, exactamente desde el 5 de diciembre, se dará inicio a las discusiones alrededor del salario mínimo, con la exposición por parte de las entidades del Gobierno: Ministerio del Trabajo, de Hacienda, Banco de la República, Departamento Nacional de Planeación –DNP– y Dane, de las valoraciones de la situación económica del país, teniendo en cuenta aspectos como el Índice de Precios al Consumidor –IPC– del año causado y su proyección para el siguiente; PIB del presente año y su proyección; y el aporte de la productividad al crecimiento de la economía.
El 7 de diciembre se espera que el sector empresarial y las organizaciones sindicales presenten sus ofertas. Desde el Ministerio del Trabajo se piensa que las negociaciones sobre el salario mínimo en su etapa inicial podrían extenderse hasta el 15 de diciembre, fecha del primer vencimiento para que las partes lleguen a un acuerdo. Cabe recordar que el plazo máximo legal para la expedición del decreto con el incremento del salario mínimo es el 30 de diciembre.
“Todas las partes involucradas en este proceso estamos optimistas: el Gobierno Nacional, el sector sindical y los gremios económicos, tenemos la responsabilidad de encontrar una fórmula que nos permita llegar a un consenso respecto al salario mínimo para el 2018, y vamos hacer todos los esfuerzos para que sea a través del diálogo social y la concertación que podamos llevar a cabo esta discusión tan trascendental para los trabajadores colombianos”, ha manifestado la ministra a los medios de comunicación.
Desde las centrales obreras barajan varias cifras para el incremento del mínimo: cifras que oscilan entre el 9 y el 12 %. Por otra parte, Anif ha recomendado que el ajuste no debería ser mayor al 4,5 %, y los empresarios piensan en el 4,1 %, cifra cercana a la inflación para el cierre del año.
Según los sindicatos, un incremento por encima del 10 % es necesario ya que el salario ha perdido su capacidad adquisitiva frente a la canasta familiar.
Camilo Herrera Mora, presidente de Raddar, dijo en Portafolio que aumentar el salario mínimo en una proporción alta no genera un aumento de demanda, ni dinamiza el consumo.
“Comienza el debate por el aumento del salario mínimo con dos retos: la economía crece despacio y el aumento del 2017 no dinamizó el gasto de los hogares como se esperaba, lo que deja al mundo sindical sin uno de sus principales argumentos de negociación, porque se mostró que aumentar el salario mínimo en una proporción alta, no genera un aumento de demanda”, dijo en el medio de comunicación.
Para él, el aumento podría llegar a ser de un 4,5 %, incluso podría ser menor, pero habría que tener en cuenta el dato de inflación, ya que el ajuste no debe ser inferior al IPC.
La Asociación Nacional de Instituciones Financieras –Anif–, por otra parte, ha encomendado que el incremento del salario mínimo legal para el 2018 no debería ser superior al 4,5 %. Para esta entidad, salirse de esta cifra puede poner en riesgo la generación de empleo.
De acuerdo con Anif, el aumento del salario mínimo debería ser de $42.200 en el próximo año, con lo cual quedaría ubicado en $779.900.
Finalmente, el Banco de la República ha insistido en que se debería establecer un salario mínimo diferenciado por regiones.
“Proponemos que las ciudades más productivas tengan un salario mínimo superior al de otras con un índice inferior; esto permitiría un balance entre productividad laboral y la remuneración que no dificulta la demanda de trabajo formal”, afirma el documento Informalidad laboral y elementos para un salario mínimo diferencial por regiones en Colombia, elaborado por los investigadores Luis Arango y Luz Flórez.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
