Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
En promedio, y según la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones, las personas necesitan acumular suficiente ahorro para reemplazar el 70 % de sus ingresos en actividad, y así lograr seguridad financiera al jubilarse. ¿Qué están haciendo los fondos para propiciar el ahorro?
La Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones –Fiap–, en su informe Notas de Pensiones, titulado Nuevas tendencias para incentivar el ahorro previsional voluntario, plantea que los cambios demográficos (aumento en las expectativas de vida y reducción en la tasa de natalidad), la caída en las tasas de interés y en los rendimientos de los mercados, entre otros factores, hacen que los sistemas de pensiones en la gran mayoría de los países estén enfrentando serios problemas de sostenibilidad financiera y/o estén entregando pensiones que no cumplen las expectativas de los trabajadores.
La evolución de los cambios demográficos continuará durante las próximas décadas, afectando negativamente y con mayor intensidad las finanzas de los sistemas de pensiones en el mundo, advierte la publicación.
«Aumentar la edad de jubilación y la tasa de cotización son cambios paramétricos que permiten a los sistemas de pensiones mejorar su sostenibilidad financiera y/o el nivel de las pensiones que otorgan, pero en ambos casos, se requiere un cambio legal que es muy impopular, por lo que los gobiernos tienden habitualmente a postergar su materialización en el tiempo, hasta una situación de crisis», indica el informe.
Frente a la anterior realidad, la única herramienta con la que cuentan los sistemas de pensiones para afrontar esta situación negativa, desde el punto de vista de la Fiap, es incentivar el ahorro pensional voluntario –APV–.
Según el informe, en promedio, las personas necesitan acumular suficiente ahorro para reemplazar el 70 % de sus ingresos en actividad, y así lograr seguridad financiera al jubilarse. Al analizar situaciones previsionales en los distintos países, se observa una importante brecha en casi todos ellos.
«Por ejemplo, se observan sustanciales déficits, incluso en países relativamente exitosos en la tasa de reemplazo que están entregando sus planes previsionales públicos, como Brasil, China y Estados Unidos. Estos tienen algo en común: están operando esquemas de reparto, una alternativa que es, incluso en el plazo mediano, completamente insostenible», indica la Fiap.
Por lo tanto, resulta fundamental involucrar a los trabajadores, con el objeto de mejorar la tasa de reemplazo que puedan lograr a futuro con el ahorro voluntario.
La entidad aclara que el término “ahorro voluntario” no es el ideal, porque no se trata realmente de una actividad voluntaria. Al contrario, es una exigencia básica para cada persona económicamente activa. Si un individuo opta por no destinar un porcentaje adicional de su ingreso a una cuenta individual, en el actual escenario económico es irracional esperar que reciba una pensión adecuada en nuestros países latinoamericanos, que tienen tasas de cotización que son la mitad de las de los países de la OCDE.
Si la industria que maneja el tema pensional pretende utilizar el ahorro voluntario para cambiar la realidad previsional y así ayudar a los ciudadanos a generar pensiones adecuadas, desde el punto de vista del informe, tendrá que cambiar la forma en que está afrontando el tema del ahorro voluntario.
Otro factor muy importante que se debe atacar es el hecho de que las personas no saben y/o no quieren ahorrar. «Si como sector, no se opta por despertar o crear conciencia, incluso sobre la brecha previsional que se enfrentará a futuro, esa tendencia va a continuar. Por eso es necesario cambiar el paradigma del llamado «ahorro voluntario»», indica la Fiap.
En conclusión, la posibilidad de lograr pensiones adecuadas para un porcentaje significativo de la población constituye un desafío cada vez más complejo.
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