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Griselda Restrepo, ministra del trabajo, aseguró en el Congreso que su ministerio le apuesta a impulsar la reducción de la informalidad laboral femenina, y recordó a los empresarios los beneficios tributarios a los que pueden acceder por contratar mujeres víctimas de violencia de género.
La ministra del trabajo, Griselda Janeth Restrepo Gallego, se presentó en el debate de control político sobre la violencia contra la mujer que se llevó a cabo en el Senado de la República la semana pasada. Durante su intervención, llamó la atención para que se eliminen todas las formas de agresión en contra del sexo femenino. De igual forma, explicó las diferentes acciones que se adelantan desde el ministerio con enfoque de género cuyo objetivo es la reducción de las brechas laborales de este segmento de la población.
En su alocución, Restrepo Gallego habló sobre la necesidad de “generar mecanismos de monitoreo y seguimiento a indicadores de brechas de género en el mercado laboral e impulsar la reducción de la informalidad laboral concentrada en las mujeres”.
Frente al tema del acoso laboral, dijo que existe un gran riesgo y que se deben crear mecanismos para la convivencia. La jefa de la cartera laboral también recordó que aquellos empresarios que contraten mujeres víctimas de violencia de género tendrán beneficios tributarios.
La ministra explicó también que en el marco de la erradicación de las violencias se instaló el registro de casos en el ámbito laboral en Tolima, Meta, Cundinamarca, Nariño, Antioquia, Norte de Santander, Huila, Valle del Cauca, Cauca y Boyacá. “Allí se atienden los casos de acoso laboral, discriminación y violencias contra la mujer en el trabajo”, comentó. De igual modo, resaltó lo que se viene haciendo con el programa Equipares, el cual reconoce a las empresas que implementan de manera efectiva el Sistema de gestión de igualdad de género. “Se ha logrado impactar en la vida laboral a 75.000 personas y capacitado 25.000 más en comunicación no sexista, prevención de acosos, género y mercado laboral”.
En la misma línea, explicó que la inserción de la mujer en sectores con alta presencia masculina a través de algunos programas como formación en soldadura, autopartes y software, ha arrojado importantes logros en el ámbito laboral. “Estos resultados señalan que entre 11.498 participantes en programas de formación, 7.449 son mujeres. El 65% por ciento corresponde a mujeres y el 35% son hombres”.
A nivel salarial, las estadísticas dicen que los hombres ganan entre un 20% y 30% más que las mujeres en el mismo cargo, y son quienes desempeñan más puestos directivos y gerenciales.
El Foro Económico Mundial, en su informe de marzo de este año de la Oxfam, advirtió que en 2016 la desigualdad de género en la economía ha retrocedido a niveles del 2008. Lo anterior se evidencia en que las mujeres siguen ganando menos que los hombres y que, con respecto a estos, la diferencia es de 700 millones menos de empleos remunerados.
Por otra parte, en un informe del mismo mes, la OIT reportó que en las economías en desarrollo las mujeres empleadas dedican 9 horas y 20 minutos al trabajo remunerado y no remunerado (mientras que los hombres dedican 8 horas y 7 minutos), que representan menos del 40% del empleo mundial y constituyen el 57% en las cifras de los que trabajan menos horas y a tiempo parcial.
Ahora bien, aunque exista una tendencia marcada en cuanto a las especialidades y el salario que tienen hombres y mujeres, existen algunas excepciones. “Sin importar el género de la persona, cada quien tiene sus talentos, que le permiten ser parte del sector productivo de un país, y la diversidad de habilidades en los ciudadanos se complementa perfectamente, cuando trabajan en conjunto en cualquier tipo de organización”, explica Jairo Pinilla, director de Performia Colombia.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
