Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

«Para el año 2014, se sugiere un reajuste del salario mínimo no mayor al 3.7%»: Anif


«Para el año 2014, se sugiere un reajuste del salario mínimo no mayor al 3.7%»: Anif
Actualizado: 5 diciembre, 2013 (hace 10 años)

Aquí hablaremos sobre...

  • ¿Cuáles son los principales argumentos para que Anif proponga un alza del 4% en el mínimo?
  • ¿Qué obstáculos se presentan para que no se vea en el horizonte un posible aumento de dos dígitos?
  • ¿Por qué un aumento superior al 4% atentaría contra la formalización laboral?
  • Las centrales obreras están pidiendo un aumento del 9%. ¿Qué hace que esta cifra no sea posible?
  • ¿Por qué estos últimos años ha fracasado la conciliación del mínimo entre el Gobierno y las Centrales Obreras?
  • ¿Qué se debe hacer para que la negociación del mínimo sea un aspecto más 'fácil' y no traumático?
  • ¿Cómo eliminar que cada parte involucrada en esta discusión dejen los intereses y piensen en la clase trabajadora colombiana?

En plena época decembrinas donde se viene discutiendo la cifra que se podría considerar para el aumento del salario mínimo, dialogamos con Alejandro Vera, vicepresidente de Anif, una de las entidades involucradas en dicha discusión.

El punto de vista de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras es que se requiere una mayor concientización sobre los efectos negativos que aumentos desbordados en el salario mínimo, ya que estos afectan la generación de empleo y formalización laboral.

Anif sugiere un reajuste no mayor al 3.7%, resultante de esperar una inflación del 2.4% al cierre de 2013 y unas ganancias en productividad laboral con tendencias del orden del 1.3%.

¿Cuáles son los principales argumentos para que Anif proponga un alza del 4% en el mínimo?

Anif ha venido recomendando ceñirse a la llamada “fórmula de ajuste universal”, donde var % SML=inflación +/- productividad laboral. Para 2014, dicha fórmula (con los valores más actualizados) sugiere un reajuste del SML no mayor al 3.7%, resultante de esperar una inflación del 2.4% al cierre de 2013 y unas ganancias en productividad laboral con tendencias (quinquenales) del orden del 1.3%. En todo caso, dicho reajuste debe ser inferior al 4%.

¿Qué obstáculos se presentan para que no se vea en el horizonte un posible aumento de dos dígitos?

Nuevamente, el rigor técnico sugiere que esos aumentos vengan dictados por los incrementos en la inflación y/o en la productividad laboral. A futuro, Anif espera que:

i) La inflación se mantenga en el rango de largo plazo del Banco de la República (2%-4%).

ii) La productividad laboral conserve su nivel promedio de los últimos años del orden del 1.3% (tendencia quinquenal).

Teniendo en cuenta lo anterior no vemos aumentos de dos dígitos en el SML en los próximos años.

¿Por qué un aumento superior al 4% atentaría contra la formalización laboral?

Los empresarios colombianos enfrentan los costos laborales no salariales más onerosos de la región, totalizando 46% sobre el salario, aún después de las rebajas en parafiscales-salud dictadas por la Ley 1607 de 2012. Desbordes del SML real por encima de lo indicado por la productividad laboral representaría entrar a borrar la esperanza que se tiene en que la reducción de 13.5pps en los costos laborales no salariales ayude a propiciar mayor formalización laboral durante 2014-2015.

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Las centrales obreras están pidiendo un aumento del 9%. ¿Qué hace que esta cifra no sea posible?

Tal como lo comentamos anteriormente, la fórmula de ajuste universal sugiere un incremento del SML inferior al 4% para 2014, teniendo en cuenta los resultados esperados en inflación y productividad laboral al cierre de 2013.

¿Por qué estos últimos años ha fracasado la conciliación del mínimo entre el Gobierno y las Centrales Obreras?

La conciliación se lleva a cabo en la Comisión Tripartita (sindicatos, empresarios y gobierno). En los últimos años, las posturas de los empresarios y los sindicatos han divergido considerablemente. Los primeros han abogado por incrementos más cercanos a lo sugerido por la fórmula de ajuste universal, mientras los segundos han venido requiriendo ajustes por encima de lo sugerido por dicha fórmula. Es esta falta de acuerdo lo que ha llevado a que el Gobierno decrete el aumento del SML.

¿Qué se debe hacer para que la negociación del mínimo sea un aspecto más ‘fácil’ y no traumático?

Se requiere una mayor concientización acerca de los efectos negativos que aumentos desbordados en el SML ejercen sobre la generación de empleo y la formalización laboral.

¿Cómo eliminar que cada parte involucrada en esta discusión dejen los intereses y piensen en la clase trabajadora colombiana?

Pensar en la clase trabajadora es preocuparse por ahondar en las mejoras del empleo formal. Ello es en últimas lo que asegurará ingresos sostenibles, así como beneficios en el acceso a la seguridad social (salud y pensiones).

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