Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Los costos de venta abarcan tanto los costos por venta de bienes, como los costos por la prestación de servicios. El Estándar para Pymes en su sección 13 determina que los costos de venta se llevan como gasto al estado de resultados al momento en el que se efectúen los ingresos.
Con la implementación del Estándar Internacional se ha generado una discusión sobre la definición de los costos, y si estos desaparecen o no, debido a la confusión que produce al traducir término internacional “expenses” como gasto ya que el término en realidad abarca distintos significados entre los que se encuentra: desgaste, costo, erogación, consumo, uso, entre otros.
Al respecto de esto podríamos decir, de un modo más claro, que el costo de venta no desaparece y es el valor de los recursos que se entregan a un tercero a través de la venta de bienes o prestación de servicios.
La diferencia entre los costos y los gastos es el momento en el que unos y otros afectan los resultados; para identificar esto es necesario remitirse al párrafo 13.20 del anexo 2 del Decreto 2420 de 2015, en el cual se encuentran los lineamientos del Estándar para Pymes sobre el tratamiento a los costos de venta. De este párrafo extraemos la siguiente indicación: “cuando los inventarios se vendan, la entidad reconocerá el importe en libros de estos como un gasto en el periodo en el que se reconozcan los correspondientes ingresos de actividades ordinarias”.
Lo anterior quiere decir que en el período en el que se reconozca el ingreso, en ese mismo período el costo de lo que se vendió deberá llevarse al gasto, o para el caso de la prestación de un servicio, en el período en el cual se reconozca el ingreso por prestación de servicios deberá reconocerse el costo de prestar este servicio como un gasto.
Una situación que puede presentarse es que, por ejemplo, en la ejecución de un contrato no se generen ingresos por algún motivo, en este caso que se reconoce que no se obtendrá un ingreso, se debe llevar el costo de venta al gasto, pero siempre y cuando se estime que habrá un ingreso, se debe esperar a que este se efectúe para reconocer el costo de ventas como gasto.
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