Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Siempre debemos tener presente que muchos contadores y firmas son microempresarios


Es interesante saber que el comportamiento de las microempresas no es consistente, según nos cuenta Anif. Las hay que carecen de registro mercantil, de RUT y no pagan seguridad social; de las que tienen registro, algunas no tienen Rut y no pagan seguridad; otras simplemente no pagan seguridad. Este es un conjunto muy complejo, en el cual se esconden algunos muy grandes.

Anif también señaló: “(…) En el frente de estructura laboral, la mayoría de las microempresas reportó contar con 2-5 empleados, incluyendo al propietario (…)”. Este dato debería hacer pensar en forma diferente en materia de gobierno empresarial, control interno y contabilidad. Algunos, sin embargo, sostienen que estas unidades empresariales deberían pensarse con capacidad de exportar.

Por otra parte, “(…) La mayoría de las microempresas de la muestra reportó un aumento en el manejo de dinero mediante efectivo (92 % en 2018-II vs. 79 % en 2017-II en el sector comercio, 92 % vs. 75 % en servicios y 89 % vs. 69 % en industria) (…)”. A esto hay que añadir que, aunque las cuentas de ahorro han aumentado, según El Tiempo un gran porcentaje no se usa. Realmente no parece adecuada la llamada bancarización, pues privilegia facilitar el control más que mejorar la calidad de vida de las personas.

Posteriormente, se anota: “(…) En esta sección se observó cómo la mayoría de microempresas continuó sin llevar su contabilidad: comercio (53 % en 2018-II vs. 61 % en 2017-II), servicios (57 % vs. 57 %) e industria (55 % vs. 53 %).  Sin embargo, vale la pena destacar que el porcentaje de microempresas que tiene un contador mostró un incremento en los tres macro sectores: comercio (27 % en 2018-II vs. 25 % en 2017-II), servicios (23 % vs. 22 %) e industria (33 % vs. 26 %); aunque la proporción que cuenta además con un software contable siguió siendo baja: comercio (13 % en 2018-II vs. 8 % en 2017-II), servicios (12 % vs. 12 %) e industria (8 % vs. 15 %). Por su parte, la porción de microempresas que solo cuentan con un software contable aumentó en el comercio (8 % en 2018-II vs. 6 % en 2017-II), pero disminuyó en servicios (8 % vs. 9 %) e industria (4 % vs. 6 %) (…)”.

Es claro que hay un mercado muy amplio para los contadores en las microempresas, pero que este representa muchos riesgos profesionales debido a su informalidad. Es sabido que los microempresarios no quieren pagar impuestos, muchos de ellos porque no los producen.

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En cuanto a las ventas, “(…) Allí se encontró que la mayoría de microempresas realiza sus ventas por vía directa (98 % en comercio-servicios y 99 % en industria). También se observó alguna participación de los canales de redes sociales sin pago virtual (8 % en comercio y 10 % en servicios-industria), dejando menores participaciones para las ventas por catálogo (3 % en comercio, 2 % en servicios y 4 % en industria) y vía redes sociales con pago virtual (2 % en comercio y 3 % en servicios-industria) (…)”. Siempre debemos tener presente que muchos contadores y firmas son microempresarios.

Hernando Bermúdez Gómez
Editor Contrapartida, Novitas, Registro Contable, Vademécum
Tomado de Contrapartida – De Computationis Jure Opiniones
Número 4769, diciembre 16 de 2019

Hernando Bermúdez Gómez
Las publicaciones “Contrapartida” son escritas por miembros de la comunidad académica del Departamento de Ciencias Contables de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Pontificia Universidad Javeriana.
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