Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Así lo asegura Jorge H. Botero, presidente de la Federación de Aseguradores de Colombia –Fasecolda–, quien ve necesaria una reforma pensional estructural. Dice que en el año 2014 el gremio propuso un seguro de desempleo donde las primas se cubrirían con una parte de los intereses de las cesantías.
En entrevista con el presidente de Fasecolda, Jorge H. Botero, el directivo asegura que se está trabajando en iniciativas dinamizadoras a fin de atenuar los riesgos de la actividad agropecuaria, apoyar la modernización del sector de transporte de carga y propender por la continuidad y desarrollo de las políticas que reducen la vulnerabilidad fiscal de la Nación frente a los desastres naturales.
Mientras en las economías desarrolladas el 40% de los daños producidos por desastres naturales están cubiertos, en Colombia este porcentaje no llega al 10%. Recordemos que los últimos daños producidos por la ola invernal fueron avaluados en 7 billones de pesos, de los cuales solo el 4,5% estaban cubiertos por las aseguradoras.
Las compañías de seguros desempeñan un rol protagónico ante la ocurrencia de grandes catástrofes en nuestro país. Por ello se estableció formalmente el Comité de Atención de Desastres y el protocolo de actuación gremial en caso de que se presente un evento catastrófico, como por ejemplo un terremoto.
Adicionalmente, Fasecolda ha trabajado en un sistema de información geográfica con el apoyo de la Unidad Administrativa Especial de Catastro Distrital -UAECD-, a través del cual las compañías de seguros afiliadas suministran datos de ubicación de sus riesgos asegurados o de interés, expresados en direcciones o coordenadas geográficas. Esta herramienta permite hacer una asignación eficiente de recursos, donde se permitiría asignar ajustadores por área geográfica.
El gremio también creó el Directorio de ajustadores de seguros. A través de la página web de Fasecolda, estos proveedores de servicios en Colombia y países de la región podrán registrarse para darse a conocer en el sector.
Consideramos que el patrimonio podría ser un mecanismo válido para amparar los daños ocasionados siempre que este cumpla con las siguientes características: el patrimonio del constructor debe ser suficiente para amparar la totalidad del riesgo y los activos deben ser líquidos y deben mantenerse durante todo el tiempo que exista la obligación de cubrir los perjuicios.
Es necesario tener en cuenta estas consideraciones, de lo contrario en nada cambiaría lo que hoy la ley permite y los compradores de vivienda continuarían en la misma situación de indefensión en que se encuentran.
En la historia reciente del país solo se han implementado dos esquemas de protección en los que predomina el subsidio por parte del Gobierno: el FONEDE y el Mecanismo de Protección al Cesante.
La Ley 789 del 2002 creó el Fondo para el Fomento del Empleo y Protección al Desempleado –FONEDE–, encargado de otorgar un subsidio al desempleo por una sola vez y equivalente a 1.5 salarios mínimos mensuales legales vigentes. Este subsidio no se entrega en dinero, sino que se aplica en seis pagos mensuales como cuotas al sistema de salud, bonos educativos y bonos de alimentación.
De acuerdo con Fedesarrollo, la magnitud del subsidio sin embargo es demasiado pequeña para ser considerada un mecanismo efectivo de protección al cesante.
La Ley 1636 del 2013 estableció un nuevo esquema de protección para el riesgo de desempleo, el Mecanismo de Protección al Cesante, reglamentado mediante el Decreto 135 del 2014, para los trabajadores que hacen aportes a las cajas de compensación familiar.
Fasecolda propuso en la convención de seguros del 2014 la creación de un seguro de desempleo en el que las primas se cubrirían con una parte de los intereses de las cesantías. Tendría una cobertura media equivalente al 50% del salario del trabajador hasta por 6 meses. Como requisitos para el seguro, el trabajador debe tener al menos un año de vinculación y ser despedido sin justa causa. Sin embargo, esta propuesta no tuvo la acogida esperada.La industria aseguradora en el 2015 tendrá un buen desempeño como consecuencia de la inercia del crecimiento económico, la reducción de la pobreza, la masificación de los seguros y por eso el sector debe crecer más que la economía. De hecho, pueden presentarse dinamizadores nuevos relacionados con aminorar los riesgos de la actividad agropecuaria, apoyar la modernización del sector de transporte de carga y propender por la continuidad y desarrollo de las políticas que reducen la vulnerabilidad fiscal de la Nación frente a los desastres naturales.
La industria aseguradora día tras día busca ofrecer mecanismos de protección novedosos y que se adecuen a las necesidades de la población. A través de Fasecolda hemos iniciado propuestas como el seguro de estabilidad de las edificaciones para cubrir a los propietarios de inmuebles que se vean afectados cuando la edificación perezca o amenace ruinas, de las deficiencias en la construcción, del suelo, de sus materiales y de sus diseños.
Avanzamos en el desarrollo del seguro agrícola. La agricultura colombiana está expuesta a sequías, avalanchas y vientos fuertes, entre otros. Para lograr el desarrollo de este producto se requiere de la calidad de la información sobre el desempeño climático y rendimiento de las cosechas para poder tasar los riesgos y ofrecer coberturas adecuadas a este mercado.
Participamos activamente en la decisión, junto con otros actores, de establecer una reforma pensional. En Colombia el panorama muestra que se deja vivo un sistema sostenible y solidario en la forma incorrecta y no se están generando las condiciones para que la población se pueda pensionar, por lo tanto, se requiere una reforma pensional estructural.
El crecimiento de la población colombiana, sumado al desarrollo del mercado laboral, y a la implementación de políticas públicas nos ha llevado a una situación crítica. En el 2015 el pago de pensiones con recursos corrientes representará $41.7 billones, cerca del 20% del presupuesto nacional; así no ponga en jaque la estabilidad de las finanzas públicas, este es un monto cuantioso que, por ejemplo, equivale al 88% de los recursos que se invertirán en las autopistas 4G en los próximos años, en los que también contribuimos con la protección de estos recursos.
La industria aseguradora es un sector en crecimiento y con un amplio potencial para seguirlo haciendo. En coyunturas como la actual, la industria se ve impulsada por las políticas del Gobierno para amortiguar la desaceleración de la economía. Específicamente los programas de vivienda y el programa de infraestructura de cuarta generación impulsan el sector.
Pero de forma complementaria, los seguros contribuyen a impulsar el crecimiento de la economía, al permitir a los inversionistas la transferencia de riesgos que implican las nuevas inversiones; esto es importante, pues los empresarios mitigan parte de la incertidumbre que caracteriza la inversión.
Hay otro factor favorable en Colombia, al crecimiento de la industria aseguradora, el crecimiento de las clases medias. En la medida en que la pobreza ha caído en el país, viene creciendo la clase media y el deseo de proteger su patrimonio, lo que lleva a demandar más seguros.
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